Alimarket Construcción: ¿Cuáles son las características principales de su estudio? ¿Cuáles son sus puntos fuertes?
Diego Escario: Fundamos Cano y Escario Arquitectura en 1988 junto a Benjamín Cano, con la premisa de no renunciar nunca al proyecto arquitectónico como medio expresivo. Actualmente somos más de 75 profesionales multidisciplinares entre arquitectos, aparejadores, ingenieros, interioristas y paisajistas. Nuestro punto fuerte es mantener un lenguaje arquitectónico equilibrado y responsable, capaz de adaptarse a cada circunstancia y cliente.
En 2024 figuramos en el WA100 de Building Design como uno de los 100 estudios más importantes del panorama mundial, y lideramos actualmente el ranking nacional de Construdata21. Disponemos de homologación internacional y oficina en Londres, lo que nos permite trabajar tanto a nivel nacional como internacional.
A.C.: ¿Qué proyectos principales tiene actualmente en cartera?
D. E.: En el ámbito residencial trabajamos desde vivienda protegida hasta promociones de lujo, destacando proyectos como Natura Torrelodones para Acciona, Naktam o Zenith para Ibosa, Panorsmic para Neinor, o Icon para Serprocol. Llevamos una parte importante del Plan Vive de Vivienda Asequible de la CAM, para Aedas y Culmia, y estamos trabajando en numerosos proyectos para los nuevos desarrollos del este de Madrid, así como en Valencia y otras capitales. En el sector educativo continuamos con colegios como el concertado de Valdebebas y la ampliación del colegio Retamar, tras finalizar el Stella Maris de Aravaca. También desarrollamos hospitales y mantenemos una línea constante de proyectos urbanos y rehabilitación de edificios históricos como Recoletos 8 y Recoletos 12, terminados recientemente.
A.C.: La construcción industrializada parece que empieza a despegar en España ¿Qué recorrido puede tener en los próximos años? ¿Cómo va a afectar a los estudios de arquitectura?
D. E.: España está muy por detrás de Europa: solo el 1-2% de nuestras viviendas utilizan sistemas industrializados, frente al 50% en Países Bajos o casi 100% en Suecia. El Perte de Industrialización con 1.300 millones en 10 años pretende construir 15.000 viviendas industrializadas anuales, llegando a 20.000.
Para los estudios de arquitectura representa una oportunidad de especialización y diversificación. La industrialización exige mayor coordinación entre equipos multidisciplinares y conocimiento de nuevas tecnologías. Reducir plazos en un 20-60% y mejorar la sostenibilidad nos obliga a repensar nuestros métodos de trabajo. Los arquitectos que se adapten a estos sistemas tendrán ventaja competitiva en un mercado que demanda rapidez y eficiencia.
A.C.: El precio de la vivienda se ha disparado y se ha convertido en un gran problema ¿Qué medidas podrían ayudar a aliviar este problema?
D. E.: El problema fundamental es la escasez de oferta respecto a la demanda. En la última década, los alquileres han subido 78-80% mientras los salarios solo 25%. La solución no pasa por intervenir precios sino por generar más oferta.
Es esencial liberar más suelo urbanizable y agilizar las licencias, que en algunos casos tardan años. La colaboración público-privada mediante concesiones y derechos de superficie puede reducir costes iniciales al eliminar la compra de suelo. También debemos simplificar la burocracia y fomentar la construcción industrializada para reducir costes y plazos. La clave está en contener el precio del suelo aumentando la oferta y agilizando los desarrollos urbanísticos.
A.C.: El sector de arquitectura es uno de los más atomizados en España. ¿Se vislumbra un proceso de concentración en el sector o su estructura personalista lo hace muy complicado?
D. E.: Efectivamente, el sector está muy atomizado con centenares de pequeños estudios personalistas y solo un ramillete de grandes compañías. Esta atomización refleja la naturaleza artesanal y personalista de nuestra profesión, donde cada arquitecto desarrolla su propio lenguaje y metodología.
Sin embargo, la complejidad creciente de los proyectos, las nuevas tecnologías como BIM, la industrialización y la internacionalización están generando una importante concentración. Los estudios grandes, con equipos multidisciplinares, tienen ventajas para abordar proyectos complejos que requieren diversas especialidades.
No creo que desaparezca completamente la atomización, ya que siempre habrá espacio para estudios pequeños especializados. Pero sí vislumbro una diferenciación creciente entre estudios artesanales, medianas empresas multidisciplinares y grandes corporaciones internacionales que ya están desembarcando en España.
