La operadora Vodafone España, S.A. ha anunciado que planteará el cierre de todas sus tiendas propias en España, 34 en total, en las que trabajan 237 personas, dentro del proceso de negociación de expediente de regulación de empleo (ERE) en el que está inmersa la británica, que afectará a un total de 509 trabajadores; inicialmente la propuesta englobaba a 515 trabajadores, según informan fuentes sindicales, cuyas negociaciones se plantearán definitivamente entre diciembre y marzo de 2022. Las tiendas afectadas están en las principales ciudades de España, entre ellas Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Málaga, Granada, Córdoba y Palma de Mallorca. La propuesta económica para los despidos contempla 33 días por año trabajado con un limite de 24 mensualidades y posibles prejubilaciones a partir de 56 años, 10 de antigüedad con unas rentas del 80 % del sueldo.

Vodafone había desvelado en octubre de 2019 que preveía cerrar el 15% de sus tiendas minoristas en Europa de aquí a 2021 como consecuencia del aumento de las ventas registrado a través de los canales digitales. Lo anunció entonces el consejero delegado de Vodafone, Nick Read, después de un estudio para conocer el número de tiendas óptimas para satisfacer mejor las necesidades del cliente ahora y en el futuro.

El ajuste laboral en las áreas comerciales supone un paso más en el proceso de transformación de la compañía encaminado a impulsar la competitividad y la sostenibilidad del negocio. Se trata de una medida estructural para afrontar "las desafiantes condiciones del mercado español", según Vodafone, que han expresado el máximo respeto por el procedimiento de dialogo social que acaba de comenzar. También, la operadora alude en esta ocasión a la "intensidad competitiva en precios" en los últimos años y a la deriva hacia las tarifas de bajo valor en España, lo que ha provocado una fuerte caída de los ingresos y un importante deterioro de los márgenes. Esta reestructuración organizativa supone un paso más en el proceso de transformación de la compañía para adaptarse al entorno del mercado, con el objetivo de convertir a Vodafone en una empresa más digital, ágil y mejor preparada para competir. Ha destacado su interés por seguir liderando la transformación del sector en 5G, IoT (internet de la cosas), desarrollo de infraestructuras y nuevos servicios innovadores, así como para impulsar la diferenciación y captar nuevas oportunidades de crecimiento. En este contexto, ha recordado el anuncio que hizo en mayo de poner en marcha el mayor Centro de Excelencia de I + D + i del Grupo Vodafone, ubicado en Málaga, que contará con más de 600 empleos altamente cualificados y especializados.

Vodafone ha anunciado que planteará el cierre de todas sus tiendas propias en España, 34 en total, en las que trabajan 237 personas, dentro del proceso de negociación de expediente de regulación de empleo (ERE) en el que está inmersa la británica, que afecta a un total de 509 trabajadores; inicialmente la propuesta englobaba a 515 trabajadores, según informan fuentes sindicales, cuyas negociaciones se plantearán entre diciembre y marzo de 2022. Las tiendas afectadas están en las principales ciudades de España, entre ellas Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Málaga, Granada, Córdoba y Palma de Mallorca. La propuesta económica para los despidos contempla 33 días por año trabajado con un limite de 24 mensualidades y posibles prejubilaciones a partir de 56 años, 10 de antigüedad con unas rentas del 80 % del sueldo.
Vodafone había desvelado en octubre de 2019 que preveía cerrar el 15% de sus tiendas minoristas en Europa de aquí a 2021 como consecuencia del aumento de las ventas registrado a través de los canales digitales. Lo anunció entonces el consejero delegado de Vodafone, Nick Read, después de un estudio para conocer el número de tiendas óptimas para satisfacer mejor las necesidades del cliente ahora y en el futuro.

El ajuste laboral en las áreas comerciales supone un paso más en el proceso de transformación de la compañía encaminado a impulsar la competitividad y la sostenibilidad del negocio. Se trata de una medida estructural para afrontar "las desafiantes condiciones del mercado español", según Vodafone, que han expresado el máximo respeto por el procedimiento de dialogo social que acaba de comenzar. También, la operadora alude en esta ocasión a la "intensidad competitiva en precios" en los últimos años y a la deriva hacia las tarifas de bajo valor en España, lo que ha provocado una fuerte caída de los ingresos y un importante deterioro de los márgenes. Esta reestructuración organizativa supone un paso más en el proceso de transformación de la compañía para adaptarse al entorno del mercado, con el objetivo de convertir a Vodafone en una empresa más digital, ágil y mejor preparada para competir. Ha destacado su interés por seguir liderando la transformación del sector en 5G, IoT (internet de la cosas), desarrollo de infraestructuras y nuevos servicios innovadores, así como para impulsar la diferenciación y captar nuevas oportunidades de crecimiento. En este contexto, ha recordado el anuncio que hizo en mayo de poner en marcha el mayor Centro de Excelencia de I + D + i del Grupo Vodafone, ubicado en Málaga, que contará con más de 600 empleos altamente cualificados y especializados.

El presente ERE de Vodafone se suma a los presentados en 2019, que supuso la salida de cerca de 1.000 trabajadores, en torno al 20% de la plantilla de entonces, junto con cerca de 100 prejubilaciones. Anteriormente, Vodafone acordó sendos ERE en 2013 y 2015, este último a consecuencia de la integración de Ono, que en su conjunto, han supuesto el despido de alrededor de 3.500 personas de la plantilla de la filial británica para España.