La Asociación Nacional de Fabricantes de Envases de Vidrio (Anfevi), que recoge la mayor parte de la producción de esta industria en nuestro país, ha publicado su primer Informe Sectorial, en el que se destacan avances concretos a nivel medioambiental, de costes, reciclado, empleo, financiero y comunicación en las dos últimas décadas. A modo de resumen, una tonelada de envases funcionalmente equiparables de 75 cl equivalía en 1990 a 2,2 M ud., con un peso medio de 450 g, frente a los 2.800 M ud. y 350 g/ud. (un 22% menos) en 2010. En este mismo periodo, el consumo energético pasó de 6,5 gigajulios por cada tonelada de vidrio fundido a 4,7 Gj/t (un 28% menos); la tasa de reciclado se ha elevado del 26,8% al 60%; el nivel de emisiones de CO2 de 535 kg/t a 404 kg/t (-25%); y el precio del envase, una vez deflactado, de 0,092 €/ud. a 0,065 €7ud. (-29%).
Todos los indicadores medioambientales (emisiones, reciclabilidad, prevención de residuos, consumo de agua o eficiencia energética) mejoran en el tiempo. La fabricación de envases de vidrio es una actividad muy intensiva en energía, por lo que una gran parte de los esfuerzos se centran en la reducción de los consumos energéticos mediante el empleo de materiales refractarios de última tecnología, optimización de la combustión, mejoras en aislamiento y en ingeniería de procesos, mayor aprovechamiento del calor de los humos, precalentamientos, etc. Todo ello ha llevado a que el consumo energético se haya reducido en torno a ese citado 28% en las dos últimas décadas.
El hecho de que esta industria precise de fuertes inversiones en inmovilizado, hace que sea financieramente muy estable. Las amortizaciones tienen una gran incidencia en los costes, circunstancia que unida al hecho de que el envase de vidrio sea funcionalmente muy indiferenciado hace que el precio sea muy ajustado y que los beneficios provengan más del volumen que del margen. Razón por la que se ha trabajado para mejorar los rendimientos, reducir los costes y diluir los gastos fijos en una mayor producción; de manera que mientras que en los últimos 20 años la inflación ha crecido un 86%, el precio de venta del envase de vidrio únicamente lo ha hecho en un 46%.
La industria diseña, fabrica y comercializa envases que son idóneos para el sistema integral de reciclado. Actualmente para la fabricación de los envases de vidrio se utiliza un 50% de casco (vidrio reciclado), pero la industria vidriera española asegura estar preparada para reciclar cuantos envases se puedan recuperar. Por ello, Anfevi sigue promoviendo el reciclado entre los consumidores, ya que sin ellos sería imposible completar la cadena y aprovechar las cualidades ecológicas del vidrio, un material 100% reciclable indefinidamente, sin pérdidas de cantidad ni de calidad. El reciclado del vidrio, señala la asociación, evita la extracción de materias primas y la gestión de residuos, ahorra energía y reduce las emisiones rebajando la huella de carbono doblemente por menor empleo de materias primas y por menor empleo de energía.
Estabilidad en el empleo
La industria del envase de vidrio da empleo a 4.000 trabajadores, más de un 95% de manera estable. Mientras que la media nacional de antigüedad en el trabajo es de 7 años, en la industria vidriera es de 14,9. La importancia estratégica del factor humano hace que se den cursos de formación de manera continua, y cada trabajador recibe una media de 38 horas de formación al año. Además, la implantación efectiva de medidas de prevención que se llevan a cabo conjuntamente con los organismos pertinentes y los representantes sindicales contribuye a lograr la reducción al máximo de los accidentes laborales y unos puestos de trabajo con mejores condiciones. El enorme coste económico necesario para la puesta en marcha y el mantenimiento de cada una de las fábricas hace que éstas no puedan cambiar su ubicación geográfica, por lo que la gran mayoría de los trabajadores proceden del entorno local. La propia duración de las campañas, a veces más de 15 años, con hornos que trabajan ininterrumpidamente las 24 horas del día durante los 365 días del año, obliga a pensar a largo plazo con todo lo que ello implica respecto a garantías sociales.
Otra consecuencia del proceso continuo de fabricación y las largas campañas, es que el retorno de la inversión siempre sea a medio y largo plazo y que consecuentemente los inversores tengan que estar muy convencidos tanto del proyecto como de la sociedad en la que se va a ejecutar. Las plantas de fabricación de envases de vidrio conllevan altísimas inversiones en inmovilizado y un índice de rotación muy bajo. Dado que las inversiones suponen una parte muy significativa de la cifra de ventas, esta situación en ocasiones ha dado lugar a fusiones entre empresas que posibilitan alcanzar la escala adecuada, pero que sobre todo han dotado al sector de estabilidad financiera, un alto grado de capacidad técnica y un destacable nivel de investigación y desarrollo propio.
Proximidad al ciudadano
El Informe Sectorial señala, asimismo, que Anfevi viene desarrollando una apuesta por optimizar el uso de la tecnología como forma de acercar su realidad a los ciudadanos así como abrir una vía de comunicación con ellos, a través de las redes sociales, página web, aplicaciones, contenidos multimendia, concursos, eventos... Además apoya a Friends of Glass, un foro de consumidores europeos que promueve el derecho a elegir los alimentos y bebidas en envases de vidrio.
