El Ayuntamiento de Fuenlabrada ha aprobado por unanimidad una propuesta en la que se compromete con el reciclaje 'made in Europe', para que todo el papel y el cartón que se recoja en la ciudad sea reciclado en fábricas papeleras españolas o europeas. Por su parte, la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental ha introducido en el nuevo contrato de recogida selectiva de papel y cartón, con carácter pionero, la obligación de que la empresa concesionaria entregue los residuos de papel y cartón recogidos a una fábrica de papel ubicada en la Unión Europea y presente los justificantes de entrega para comprobar la trazabilidad del residuo. La Mancomunidad agrupa a once ayuntamientos de la Costa del Sol, entre los que se encuentran localidades de la importancia de Marbella, Torremolinos, Fuengirola, Benalmádena, Mijas o Estepona.
La posibilidad de priorizar el reciclaje dentro de la Unión Europea se recogió por primera vez en la legislación española para los ayuntamientos con la Ley de residuos de 2011, y en noviembre de 2012 se introdujo en dicha ley una modificación que amplía a todos los productores o poseedores iniciales de residuos reciclables esa posibilidad de apostar por el reciclaje en Europa. Ahora, en España, una gran superficie de distribución, un banco, una cadena hotelera, una empresa de servicios, un ayuntamiento... pueden exigir legalmente que el reciclaje final de sus residuos se realice en fábricas papeleras europeas. Esta novedad legislativa blinda el reciclaje en el continente y da a los generadores españoles de residuos la capacidad de decidir sobre el destino final de sus residuos.
Con el desarrollo de la sociedad europea del reciclaje, a través de iniciativas de este tipo, la UE estima que se crearían en Europa más de 400.000 puestos de trabajo de aquí a 2020. Entre las razones esgrimidas desde Bruselas para invitar al reciclaje intracomunitario, se encuentran las de potenciar la industria recicladora europea, la creación de empleo verde en Europa, la reducción de las emisiones asociadas al transporte de los residuos, la garantía de que el reciclaje cumple las exigencias medioambientales europeas, la creación de riqueza allí donde se ha hecho el esfuerzo y las inversiones para recuperar los residuos, y mayor transparencia y control en el proceso de reciclaje, que redundará en una mayor confianza del consumidor.
La Ley de Residuos señala en su artículo 16.3 que "respecto a los residuos susceptibles de ser reciclados, las administraciones públicas podrán articular con carácter temporal, mecanismos que prioricen su reciclado dentro de la Unión Europea, cuando esté justificado por razones medioambientales." Y la nueva disposición adicional 16ª dice que “los productores u otros poseedores iniciales de residuos reciclables podrán priorizar que su tratamiento completo se realice dentro de la Unión Europea con el fin de evitar el impacto ambiental de su transporte fuera de ella, de conformidad con la normativa aplicable."