Más de 200 latas de bebidas han permanecido fijas durante seis meses en distintos puntos del planeta, entre los solsticios de verano e invierno de 2011, sin importar factores como la lluvia, el frío o el calor, dado que este tipo de envase dispone de la estanqueidad y tecnología suficiente como para proteger durante ese tiempo el papel fotográfico que cuidaba en su interior. Gracias a sus diversas características se han convertido cámaras perfectas para recoger bellas imágenes del recorrido del sol en países como Alemania, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Irlanda, Nueva Zelanda, Colombia, Chile, Argentina, Uganda o Egipto.
Esta técnica comenzó a desarrollarse hace más de diez años en Polonia por Slavomir Decyk, Pawel Kula y Diego López Calvín. Time in a Can ha sido un proyecto promovido por Diego a través de Estudio Redondo en Madrid. López Calvín (reconocido fotógrafo del mundo del cine que ha trabajado en películas como Lucía y el sexo, Balada triste de trompeta, La mala educación, Caótica Ana o Habitación en Roma), construye sus propias cámaras estenopeicas con latas de bebidas desde hace 13 años. El fotógrafo ha destacado que "hacía años que habíamos elegido latas de bebidas como cámaras, porque son el recipiente más adecuado para realizar estas largas exposiciones. Son impermeables, ligeras, impiden el paso de la luz y aguantan las inclemencias meteorológicas mejor que ningún otro envase".
Slawomir Decyk, quien manifestó su satisfacción por haber podido estar presente en la inauguración de Time in a Can, recordó que "las solarigrafias hacen referencia a unas preguntas básicas. Son imágenes que permiten apreciar las cualidades y limitaciones de la percepción, porque son imágenes de incertidumbre que a la vez confirman y niegan lo que vemos".
Por parte de la Asociación de Latas de Bebidas, su presidente, Marcos González-Cuevas, ha explicado cómo desde el principio 'Time in a Can' fue un proyecto que conquistó a las empresas del sector, entre otras cosas "por considerar este envase técnicamente perfecto para captar durante seis meses estas imágenes". González-Cuevas ha aprovechado además la rueda de prensa para comunicar que "en un entorno tan bonito como éste, en el que somos testigos directos de algo tan absolutamente poético como puede ser recoger en imágenes la trayectoria que el sol recorre durante un semestre desde cualquier lugar del mundo, hemos querido comunicar un dato tan positivo como que en España ya se reciclan cerca de 9 de cada 10 latas de bebidas consumidas."
Time in a Can es un proyecto en el que se ha involucrado un grupo de 40 fotógrafos de varios países, que trabajaron de forma simultánea los últimos seis meses de 2011. Todos instalaron y mantuvieron en exposición unas cámaras fotográficas especialmente construidas con latas de bebida, que registraron el movimiento aparente del sol durante ese lapso de tiempo, en 15 países repartidos estratégicamente entre los dos hemisferios y la línea ecuatorial de nuestro planeta. Cada fotografía tiene detrás una historia e innumerables anécdotas que contar durante su permanencia en los lugares más insospechados.
Estas imágenes de gran belleza se conocen con el nombre de solarigrafías. Se producen con cámaras estenopeicas sobre papel fotosensible, de tal modo que aparecen como huella visible y directa sin necesidad de ser procesadas químicamente. La solarigrafía proporciona una visión del paisaje que es imposible percibir a simple vista.
De igual manera que solo podemos captar el instante de una bala atravesando el corazón de una manzana, gracias a la fotografía ultra rápida de una diezmilésima de segundo. Con esta técnica alargamos el tiempo de exposición a seis meses. La exposición estará abierta al público del 25 de junio al 31 de julio en la Fundación Diario Madrid, situada en la calle Larra de la capital de España.