Abrir menú

Aspapel actualiza su memoria de sostenibilidad

Aspapel actualiza su memoria de sostenibilidad

El 97% de la madera y el 69% del papel para reciclar empleados como materia prima en la fabricación de papel en nuestro país en 2015 fueron de procedencia local. Así queda reflejado en la Actualización 2016 de la Memoria de Sostenibilidad del Papel, editada por Aspapel, y que ha sido presentada junto al Informe Estadístico Anual del Sector Papelero del último año. El empleo rural en las plantaciones locales para papel se incrementó un 11% y aumentó también el CO2 en ellas almacenado, que pasó de 28 Mt en 2014 a 31 Mt en 2015.

En 2015, se utilizaron en España más de 5,09 M m3 de madera para la producción de 1,6 Mt de celulosa. El consumo total de madera para papel descendió el 10,3%, en línea con el descenso de de la producción de celulosa (-11,9%), debido al cierre de una planta. La caída se produjo en la madera de eucalipto (-13,6%), mientras el consumo de madera de pino para papel creció un 2,5%.

El descenso de la producción de celulosa afectó exclusivamente a las importaciones de eucalipto, que se desplomaron (-86,5%) hasta un mínimo histórico. Por el contrario, el consumo de madera nacional creció el 10,6%. Así el 97% de la madera utilizada en la fabricación de papel en 2015 (frente al 78% en el año anterior) procedía de plantaciones locales de eucalipto y pino, que crean empleo verde y riqueza en zonas rurales.

Esas plantaciones locales en 2015 ocupaban 450.790 ha (el 2,4% de la superficie total de bosques en nuestro país) y daban empleo directo en tareas de repoblación y silvicultura a 5.177 personas (un 11% más que el año anterior), además de generar 16.675 empleos indirectos en maquinaria, transporte, talleres, etc. Los árboles de las plantaciones para papel (pino y eucalipto) son especies de crecimiento rápido y por ello fijan carbono más rápido, convirtiéndose en eficientes sumideros de CO2. En 2015 las plantaciones para papel almacenaron 31 Mt de CO2 equivalente (un 11% más que en 2014).

También es importante destacar la apuesta de la industria papelera por la certificación forestal. Actualmente está certificado el 54,4% del papel de fabricación nacional puesto en el mercado, con un crecimiento de ocho puntos porcentuales con respecto al año anterior.

España es el tercer país de la UE en superficie forestal, tras Suecia y Finlandia, subrayó elpresidente de Aspapel, “lo que representa una gran oportunidad en un país como el nuestro, altamente deficitario en materias primas, para lo cual tenemos que incrementar la inversión forestal, mejorar las infraestructuras forestales, racionalizar los procedimientos administrativos, agilizándolos y simplificándolos. Hay que apostar seriamente, como venimos haciendo desde el sector papelero, por la gestión forestal sostenible y su certificación. Y hay que mejorar la percepción social de la industria forestal y los productos forestales”.

El papel para reciclar consolida su recuperación

Por su parte, la recogida global de papel y cartón para reciclar (incluida la recogida selectiva municipal a través del contenedor azul, puerta a puerta y puntos limpios, más la recogida de operadores privados en grandes superficies de distribución, imprentas, industrias, etc.) creció el 2,9% en 2015 y se sitúa en 4,6 Mt, consolidando la recuperación iniciada en 2014, y acercándose al máximo histórico de 2008, cuando se rozaron los 5 Mt. En 2015, las fábricas papeleras españolas reciclaron 5,2 Mt de papel y cartón, un 2,5% más que en año anterior. En la UE, solo Alemania supera ese volumen de reciclaje. El 69% del papel reciclado en España era de procedencia local y el 31% restante se importó mayoritariamente de países limítrofes como Francia y Portugal.

Según señala Enrique Isidro, presidente de Aspapel, “la industria papelera española reafirma de este modo su compromiso con la economía circular, apostando por las materias primas locales, renovables y reciclables. España, altamente deficitaria en materias primas, tiene en la fibra de madera cultivada en plantaciones y en el denominado bosque urbano una oportunidad para el desarrollo de una bioindustria de vanguardia”. Aspapel reafirma la apuesta “por potenciar los eficientes sistemas de recogida selectiva existentes, que nos han permitido obtener muy buenos resultados y colocarnos en la élite de la recogida y el reciclaje. Es importante fijar objetivos de reciclaje ambiciosos y homogéneos para todos los materiales y prohibir la entrada de residuos reciclables en los vertederos. Y hay que promover que los residuos recuperados en España se reciclen lo más cerca posible de donde se generan y motivar la colaboración ciudadana, con transparencia en la información sobre el destino final de los residuos. Es fundamental que el ciudadano vea que su colaboración y esfuerzo está dando fruto y merece la pena”.

Eficiencia energética en el uso de agua y en la gestión de los residuos del proceso

El sector tiene una larga tradición en la optimización del uso del agua, que se ha reducido un 32% desde el año 2000, pese a que en 2015 la producción de celulosa y papel ha sido un 20% superior a la de 15 años atrás. En la fabricación de celulosa se utilizan hoy día 36 m3/t, de los cuales solo 3 m3/t se consumen (al incorporarse al producto final o evaporarse en el proceso) y el resto se devuelven adecuadamente depurados y tras ser reutilizados internamente. En la fabricación de papel, el uso de agua es de 8 m3/t y el consumo de 2 m3/t. Asimismo, el 80% de los residuos del proceso papelero se convirtieron en 2015 de nuevo en recursos en el uso directo agrícola o como compost, reciclados como materia prima en otras industrias o bien vía valorización energética.

“La innovación en la industria papelera, en lo que se refiere a los procesos productivos, se dirige fundamentalmente la mejora de la eficiencia, fabricando celulosa y papel con cada vez menos agua y menos energía. A la optimización del aprovisionamiento de materias primas, con un uso en cascada que nos permite convertir nuestro propios residuos en recursos. Y a la búsqueda de sinergias y simbiosis con otras industrias y creando valor a lo largo de toda la cadena del papel”, afirma Enrique Isidro.

Por otra parte, la industria papelera es líder en nuestro país en producción y utilización de energía renovable procedente de biomasa. El 28% del combustible utilizado en 2015 (frente al 23% en 2014) fue biomasa y biogás y el resto gas natural. Las fábricas del sector producen la mayor parte de la energía que utilizan en eficientes plantas de cogeneración, con 1.086 MW de potencia instalada. Con una generación de electricidad de 5,4 M de MWh (un 6% más que en el ejercicio anterior), las emisiones sectoriales de CO2 se redujeron un 2,9%.

Las claves de la nueva industria, la industria de un futuro que ya está aquí, son los bioproductos, la economía circular y la industria inteligente, la denominada ‘industria 4.0’, se señala desde Aspapel.



Compartir por e-mail

Recibe nuestras Newsletters

¿Ya estás registrado? Gestionar sin cuenta Alimarket

Marca los sectores que te interesan y recibirás una newsletter diaria con los titulares de las principales noticias

<

Gestiona tus preferencias a nuestras Newsletters

Recibirás un mail de acceso para gestionar tus preferencias de newsletters