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Retos de la codificación en la industria panadera

Retos de la codificación en la industria panadera

La industria alimentaria internacional crece año tras año, lo que se traduce en un aumento constante de los requisitos relacionados con los envases de los alimentos. Una de las principales exigencias del sector es que la fecha de caducidad, el código de barras y los datos de trazabilidad estén impresos con exactitud y claridad en todo tipo de envases. Es un criterio especialmente importante en el sector panadero, uno de los segmentos más diversos de la industria alimentaria.

El sector de la panadería y la bollería industriales sigue siendo uno de los más rentables de la industria alimenticia. El mercado internacional de los productos de panadería envasados, valorado en 339.000 M$, alcanzó las 318.000 M ud en 2015 (solo las galletas representan el 52% del total), lo que significa un crecimiento del 5% respecto al año anterior.

Los artículos de panadería y bollería tienen una caducidad relativamente corta, pero aun así se producen en grandes cantidades. Asimismo, abarcan una gama de alimentos que requieren distintas clases de envases flexibles. El pan, las pastas, las galletas y otros aperitivos se envasan de maneras diferentes (bolsas de plástico, flow packs, envases blandos, cajas de cartón, etc.), así que la manera de aplicar los códigos en cada tipo de envase varía. Como resultado, la gran variedad de envases de productos de panadería puede reducir la disponibilidad de las líneas de producción, lo que limita la capacidad de producción.

Aparte de intentar mejorar la calidad y la uniformidad de los códigos en los diversos formatos de envasado, los fabricantes adoptan cada vez más las buenas prácticas de fabricación (BPF) alimentaria. Tal y como dictan las normativas europea (reglamento 1169/2011 de la UE), estadounidense (Food Allergen Labelling and Consumer Protection Act, 2004) y otras normas regionales, los fabricantes deben facilitar una información alimentaria completa en todos los envases para garantizar la seguridad de los alimentos. Estas disposiciones también señalan las reglas complejas que definen el uso de tintas para codificar y marcar alimentos y que obligan a los fabricantes a considerar los problemas potenciales de imprimir códigos, como el riesgo de migración de las tintas del envase al alimento.

Existen diversas tecnologías de codificación diseñadas para afrontar los retos que plantea la industria panadera. El objetivo de este artículo es dar respuesta a estos desafíos e identificar qué soluciones de codificación y marcado son adecuadas para este sector tan diverso.

Productividad y rentabilidad máximas

Debido a los grandes volúmenes de productos envasados que se manejan a diario en la industria panadera, maximizar el tiempo de actividad es fundamental. En un sector en el que se suele producir durante las 24 horas del días, 7 días a la semana, cualquier parón perjudica considerablemente la productividad y la rentabilidad, ya que los fabricantes tienen poca capacidad de producción disponible.

Los fallos técnicos y los errores humanos ‒al crear y seleccionar los mensajes para los códigos, por ejemplo‒ suelen ser las dos causas principales de los parones de producción. Por otro lado, cada vez se usa más el espacio disponible en los envases para proporcionar información que aporte valor añadido al consumidor y que facilite la identificación y la trazabilidad del producto al fabricante. Los sistemas de codificación deben ser versátiles para admitir los cambios temporales de precio y la introducción de códigos promocionales en campañas de marketing, ahora y en el futuro.

Cabe destacar que la tecnología de impresión de códigos ha evolucionado significativamente desde las primeras máquinas de estampación en caliente, en las que el tiempo de inactividad necesario para el enfriamiento y el cambio de troqueles afectaba de manera considerable a la eficacia general operativa. Con las principales tecnologías actuales, los fabricantes pueden producir a todas horas, ya sea gracias a una mayor capacidad de suministro de tinta, a la creación de los mensajes desde un único punto mediante software especializado o al uso de cintas que acortan el tiempo entre cambios.

Así, las empresas de envasado de productos de panadería y bollería deben escoger el sistema de codificación más apropiado para sus líneas de producción, ya que es esencial para optimizar los procesos de producción, mantener la máxima productividad y alcanzar una eficacia general operativa adecuada.

El caso de los alérgenos

La seguridad alimentaria es una prioridad de la industria. Ante la amplia variedad de ingredientes incluidos en productos similares, es esencial que los consumidores pueden identificar de manera clara y sencilla los alimentos que pueden provocar alergias.

Desde la aprobación del reglamento 1169/2011 en diciembre de 2014, en la UE es obligatorio que los fabricantes incluyan la información nutricional y una lista clara de los alérgenos que contienen los alimentos en un tipo de letra diferenciada (mayúsculas, subrayada o negrita). El reglamento abarca la información sobre los alérgenos en todas las «unidades comercializables» tanto en tiendas minoristas como en portales de comercio electrónico de la industria alimentaria. Los requisitos afectan directamente al envasado tanto primario como secundario de los productos en la venta al por mayor o por lotes a tiendas.

La infracción de alguna de las normas estipuladas en el reglamento 1169/2011 de la UE puede comportar acciones judiciales. O, lo que es peor, si la negligencia del fabricante pone en riesgo la salud de los consumidores, el daño a su reputación podría ser enorme. De ahí que las empresas necesiten invertir en un equipo de codificación totalmente ampliable que incluya funciones básicas de diseño de mensajes variables y un sistema de gestión de bases de datos capaz de extraer automáticamente la información correcta y señalar las sustancias que pueden provocar alergias o intolerancia en tipos y cuerpos de letra diferentes según el trabajo de impresión. Con los sistemas de codificación modernos, no solo se cumple la normativa, sino que se minimiza la intervención manual y los correspondientes errores humanos al tiempo que se maximiza la productividad.

Aunque muchas grandes marcas pueden justificar el uso de envases distintos para cada clase de producto, los pequeños fabricantes a menudo buscan una solución eficaz que también les ayude a reducir los costes del envasado. Con el equipo de impresión adecuado ‒uno que proporcione tanto los códigos correctos como la información alérgena‒, las empresas pueden cumplir los requisitos legales y a la vez minimizar los costes para mantener el margen de beneficio.

Control de la migración de la tinta

Las empresas del sector de la panadería también deben garantizar que las tintas o los barnices usados para imprimir no atraviesen la capa del envase y entren en contacto con los alimentos. A pesar de que se usen en cantidades mínimas, existe la posibilidad de que componentes químicos se transfieran al alimento, aunque se empleen tintas especiales para codificación y marcado, sobre todo si las tintas se imprimen sobre envases con un riesgo de migración superior. Elegir la tinta adecuada es vital para cumplir las normas que marca la EuPIA (Asociación Europea de Tintas de Imprimir) y garantizar la confianza del consumidor.

La facilidad con la que una tinta traspasa el envase y entra en contacto con el alimento depende tanto del soporte utilizado como de los propios componentes de aquella. En materia de soportes de envases para el sector de la panadería, se utiliza una combinación de barreras funcionales y no funcionales. Por ejemplo, los films de polipropileno orientado biaxialmente (PPOB) que se emplean para envasar pan y galletas son barreras funcionales efectivas contra el agua, pero incapaces de bloquear determinados componentes de la tinta, como los aceites minerales. En cambio, otros materiales de envasado como papel, cartón o polipropileno perforado (PPP) se consideran barreras no funcionales, ya que su composición no evita que determinados componentes de la tinta se trasladen a los alimentos.

Por lo tanto, los fabricantes de envases no solo deben elegir un equipo de codificación adecuado para sus líneas de producción, sino también consultar al proveedor de soluciones de codificación y marcado para asegurarse de que las tintas que usen sean plenamente compatibles con los soportes que desean imprimir.

¿Qué soluciones de codificación hay?

Existe un abanico amplio de sistemas de codificación aptos para la industria de la panadería y la bollería. Factores como el material de envasado, la velocidad de producción y la cantidad de código necesaria determinan qué tecnología de impresión es la más apropiada para un determinado entorno de producción, además de otros requisitos como la periodicidad de cambio de los consumibles, el tiempo de inactividad previsto, el grado de eficacia general operativa, etc.

Las tecnologías de codificación disponibles son las siguientes: Sobreimpresión por transferencia térmica (STT); Inyección de tinta térmica (ITT); Inyección de tinta continua (ITC); Impresión y aplicación de etiquetas (IAE); y Láser

Por ejemplo, la tecnología de codificación de envases de pan variará según el material del envase y la parte del mismo en la que haya que aplicar el código. Por ejemplo, el código puede ir en la bolsa del pan o en la etiqueta que hay en el cierre de la bolsa. Una tecnología sin contacto como la ITC sirve para codificar bolsas llenas, ya que no hay riesgo de estropear el producto ni el envase. Por su parte, la codificación de la etiqueta dependerá del material: por ejemplo, una etiqueta adhesiva de cierre puede codificarse fácilmente con una impresora de STT, mientras que el láser es más apropiado para codificar cierres de plástico de tipo clip.

Por otro lado, las pastas y las galletas a menudo se comercializan en bandejas o envoltorios, que pueden codificarse antes de envasar el producto. Como los envases transpirables pueden plantear problemas de migración de la tinta, métodos de etiquetado como la STT y la IAE son alternativas adecuadas, ya que evitan el riesgo de que el alimento se contamine de tinta.

En el caso de las cajas de cartón y las barritas de snacks envasadas en flow packs, la ITT y el láser son mejores opciones. El láser permite producir códigos claros y permanentes en flow packs a gran velocidad y sin estropear el producto, mientras que los equipos de ITT, capaces de imprimir a una mayor resolución que otras clases de impresoras de tinta, son idóneos para manejar las superficies porosas de cartón.

¿Cómo afrontan los retos de codificación de la industria panadera las principales tecnologías de impresión? Escoger la solución de codificación y marcado adecuada es esencial para maximizar el tiempo de actividad en el sector de la panadería. Un sistema de codificación con cambio automático ‒para intercambiar los cartuchos de tinta a mitad de proyecto sin intervención manual‒ puede alargar las tiradas de producción, mientras que la posibilidad de editar texto y mensajes manualmente mientras la impresora sigue produciendo garantiza una impresión continua, sin parones, en la línea de envasado. Por otro lado, los sistemas que no requieren un mantenimiento rutinario ni sacrifican la eficacia ni la fiabilidad proporcionan un gran valor añadido en cuanto a la productividad.

Una de las tecnologías de codificación más utilizadas en la industria panadera es la STT, en gran parte porque el sector utiliza en su mayoría envases flexibles: en el 2015, el 79% de todos los productos de panadería llevaba un envase flexible, seguido del 14% de envases de papel y el 7% de plásticos rígidos. La STT es desde hace tiempo un método consolidado en sectores caracterizados por grandes volúmenes y márgenes pequeños, así como por el uso de envases flexibles. Se trata de una técnica en la que se coloca una cinta térmica entre un cabezal de impresión calentado y el soporte que se desea marcar. Algunos de los equipos de STT más modernos incorporan unidades de cinta avanzadas que ahorran consumibles y aumentan la eficacia general.

Además, permiten imprimir gráficos y códigos QR a la vez que reducen el tiempo de inactividad y los errores de codificación, lo que incrementa la productividad. Y, más importante, contribuyen a resolver los problemas de identificación de alérgenos. Ante la demanda cada vez mayor de alimentos con envases flexibles, los sistemas de STT permiten producir códigos de mayor calidad en diversos tipos y cuerpos de letra, por lo que son perfectos para imprimir listas de ingredientes y destacar los alérgenos en negrita para cumplir las normativas.

Por último, cabe señalar la importancia de que los fabricantes de equipos de codificación sean miembros de la EuPIA y hayan firmado los «Compromisos de conformidad» sobre fabricación y suministro de tintas para envases de alimentos. Estos proveedores ayudan a los fabricantes del sector de la panadería y la bollería a evitar los problemas de migración de la tinta porque adoptan un enfoque analítico de las normativas al elegir las materias primas y los componentes en la fase de desarrollo de las tintas y en la posterior selección una vez instaladas.

Domino, proveedor de soluciones de codificación y marcado miembro de la EuPIA, tiene el firme de compromiso de garantizar que todas sus tintas y líquidos relacionados sean aptos para aplicaciones de envasado alimentario y ofrece una gama de productos aptos para el contacto directo con alimentos. Asimismo, todas las tintas de la empresa están formuladas con componentes que cumplen los reglamentos de la UE.



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