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El mercado taponero sigue creciendo pese a la polémica en torno al plástico

El mercado taponero sigue creciendo pese a la polémica en torno al plástico

El sector de los cierres y tapones en España creció en 2018 por quinto año consecutivo, según el Informe 2019 del sector taponero elaborado por Alimarket Envase, en el que figura información económica y comercial de las principales 40 compañías que operan en este mercado.

En total, la progresión de ingresos del conjunto de estas empresas se situó en el 4,6% respecto a 2017, superando de esta forma los 930 M€, pese al descenso registrado en el volumen de producción de cierres plásticos como resultado principalmente del parón de algunos de los sectores claves para la industria taponera, como aguas, refrescos o zumos. No obstante, la tendencia observada en otros mercados como el de la cosmética o la perfumería, ligada al consumo de productos cada vez más exclusivos y evolucionados en su conjunto, lo que afecta también a los cierres, ha terminado por revalorizar el mercado en el último año.

Este fenómeno se conoce como “premiumización” del consumo y se traduce principalmente en la demanda de menos volumen de producto, pero de mayor valor, una circunstancia que está contribuyendo también al desarrollo de cierres y tapones cada vez más evolucionados, personalizados y personalizables, altamente funcionales, amigables con el medio ambiente y capaces de generar experiencias entre los usuarios.

Este hecho ha provocado además que hayan sido necesarias nuevas inversiones millonarias en el último año por parte de los operadores, en primer lugar, para el desarrollo de los productos y, en segundo plano, para dotarse de capacidad suficiente para poder fabricarlas.

El plástico, en el punto de mira

No obstante, pese a los positivos datos de la industria taponera del último curso, ésta tiene ante sí un obstáculo que puede condicionar la progresión futura: el protagonismo del plástico.

Más del 50% del total de empresas que operan en España en este sector, tienen en los polímeros su principal materia prima. Sin embargo, éste sufre en la actualidad del recelo por parte de la población a su empleo, lo cual, unido a la volatilidad de su coste en formato virgen, está adelgazando los cimientos del sector.A esto hay que sumar además, las nuevas directivas europeas dirigidas a limitar el uso del plástico en términos generales y reducir su impacto medioambiental. Esto se ha traducido, por ejemplo, en nuevas normas para los tapones de aguas minerales, que obligatoriamente tendrán que estar ligados al envase a partir de 2024. Muchas empresas se han adelantado a esta norma con innovadoras referencias que comienzan a ser visibles en los lineales. Es el caso de la lider del mercado taponero en España, Betapack, con dos modelos en el mercado.

Estas circunstancias, además, están acelerando los procesos de investigación e innovación en torno a los biopolímeros y los plásticos reciclados y de post consumo que comienzan a verse en algunos cierres, si bien, el uso de materiales reciclados en el proceso productivo de los tapones es complejo y puede entrar en ocasiones en interferencia con los requerimientos técnicos y normativos del producto, por lo que su empleo se limita, en muchas ocasiones, a partes no funcionales del tapón. Además, todavía hay una escasa oferta de resinas sostenibles, lo que las hace económicamente muy costosas.

La industria del metal pierde dos operadores

La controversia que suscita el plástico ha beneficiado a la industria del metal, muy potente también en nuestro país, gracias a su vínculo con los sectores de las conservas vegetales, alimentos infantiles, bebidas y perfumería/cosmética. Esto ha impulsado en los últimos años a compañías como Grupo Torrent, Bemasa Caps o Virospack, todas ellas de capital íntegramente español, así como a las filiales en nuestro país de multinacionales como Crown, Silgan o Massilly. No obstante, también en este mercado, en el último año se han anunciado dos importantes cierres derivados en ambos casos a la racionalización de estructuras que está teniendo lugar a nivel mundial y que está derivando las inversiones a países de amplia demanda y potencial, en detrimento de otros más maduros, como el europeo. En el caso de Silgan, la clausura de la planta de Torelló (Barcelona) responde a las pérdidas acumuladas por la sociedad desde 2008. Sin embargo, el grupo norteamericano seguirá apostando por España con una oficina comercial. Igualmente, la multinacional polaca Can Pack seguirá atendiendo a sus clientes en España pese a reciente clausura de su planta de Leganés, operada por la sociedad Tapon Spain, una operación que ha beneficiado por otro lado a la gerundense José Combalía, nueva líder de la categoría de tapones corona en nuestro país.

Mercado universal

Pero esta universalización no solo ha traido a la industria taponera malas noticias. También ha multiplicado sus oportunidades comerciales abriendo las fronteras. De hecho, según datos de Alimarket Envase, el 63% de los ingresos por cierres y tapones en España del último año procedieron del exterior, un punto más que en 2017, con Francia como principal mercado por su demanda de las referencias de cosmética y perfumería en la que España cuenta con grandes especialistas.

Todas estas cifras, tendencias y operaciones industriales y comerciales se detallan de forma pormenorizada en el Informe 2019 del sector de cierres y tapones en España publicado por Alimarket en el que se incluye el ranking de los principales operadores, datos de la evolución de la producción y las exportaciones de estas compañías en los últimos años y una amplia relación de las inversiones industriales más notables realizadas en el último año, o todavía en fase de ejecución.



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