El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha sometido a información pública la tercera versión del Proyecto de Real Decreto por el que se aprueba la norma de calidad de los aceites de oliva y de orujo de oliva, con fecha de 23 de febrero de 2021. El nuevo texto aborda un importante cambio con respecto al hecho público hace unos meses levantando la prohibición a la comercialización de los aceites de oliva vírgenes extra destinados a los consumidores finales en recipientes de plástico.
El anuncio en su momento generó una fuerte polémica con reclamaciones para que fuera retirado tanto desde envasadores como fabricantes de envases y organizaciones vinculadas al mundo del packaging. El Ministerio da la posibilidad a los operadores de elegir el envase que prefiere pensando en el consumidor al que se dirige. Asimismo, en el Artículo 10, Mejora de la percepción de los consumidores del aceite de oliva virgen extra, se dice que el Ministerio y las asociaciones representativas del sector productor, de la industria y de la distribución, acordarán un código de buenas prácticas antes del 1 de octubre de 2022, un aspecto que podría de nuevo afectar al envase, ya que dicho códido deberá de ser útil para “la mejora de la percepción de los consumidores del aceite de oliva virgen extra, promoviendo estrategias para su diferenciación y valorización, incluyendo el uso de envases y formas de presentación que permitan diferenciarlo de los aceites de otras categorías”. En cualquier caso, la adhesión a este código de buenas prácticas será voluntaria.
El Clúster del Plástico de Andalucía ha sido de los primeros en aplaudir el cambio con un comunicado en el que recalcaba que "carecía de sentido prescindir de un tipo de envase que goza de numerosas ventajas frente al vidrio, el metal o la cerámica". De hecho, se incide en que el PET, el material plástico más utilizado en el envasado de AOVE, es "totalmente seguro y mucho más económico que otras alternativas", además de ser "un material seguro, inerte y libre de Bisfenol A, que protege al AOVE de agentes externos". Subraya también que la gran ventaja del plástico respecto a otras alternativas es que su coste es mucho menor por lo que hace hincapié en que "el factor precio es fundamental", ya que "aceites de oliva de calidades inferior y otros tipos de grasas alimentarias no estarían sujetos a esta prohibición, lo que les confiere una enorme ventaja en cuanto a precio y competitividad en el mercado". De esta forma, una medida que buscaba favorecer el aceite de oliva virgen extra "podría acabar reduciendo su consumo y afectando de forma significativa a la renta que perciben los agricultores".
"En contra de lo que pueda pensarse, el plástico es un material más sostenible que otras alternativas por su menor huella de carbono, ya que su temperatura de fusión es inferior a la del vidrio, lo que repercute en la fabricación y en el proceso de reciclaje del envase.", ha indicado el mánager del Cluster, Rafael González. El asunto ha sido uno de los grandes quebraderos de cabeza para la industria del PET, un sector que, en los últimos años, ha ido ganando cada vez más cuota en el sector de aceites. A la problemática que generaba para envasadores y fabricantes de envases, la aplicación de esta ley podía traducirse también en problemas para la libre circulación de mercancías dentro de la Unión Europea al prohibirse un formato permitido en otros países de nuestro entorno.