Festo, proveedor de componentes y soluciones de automatización industrial y formación tecnológica, ha presentado, en la Hannover Messe, sus últimas soluciones para liderar la industria 4.0. A pesar de que en 2020 sufrió una caída del 7,5%, debido a la pandemia provocada por la Covid-19, Festo cerró el año con un resultado operativo global superior al del año anterior, destacando el aumento de las ventas de máquinas y sistemas para la producción de baterías, que se incrementaron un 40%. Para la compañía, el 2021 se prevé como un año de recuperación y de consolidación.

En este sentido, Festo se ha unido como socio estratégico al programa gubernamental indonesio "Making Indonesia 4.0", con el objetivo de promover la transformación digital de la industria de este país y contribuir en el reto común de Indonesia: convertirse en una de las diez economías líderes para 2030. Desde el inicio de la pandemia, Festo ha puesto en marcha varios proyectos para contribuir en la lucha contra la Covid-19, como han sido el desarrollo de un ventilador respiratorio de emergencia, el apoyo en la producción de mascarillas protectoras y la instalación de un hospital. Además, ha potenciado ‘LifeTech’, su gama de componentes para la automatización de laboratorios y dispositivos de atención al paciente. Además, junto con el sector médico, Festo ha contribuido al mantenimiento de una producción estable a escala mundial.

Dentro de la gama ‘LifeTech’, Festo ha presentado las electroválvulas con separación de fluidos ‘VYKA’, ‘VYKB’ y ‘VZDB’, que ofrecen tres modos de funcionamiento: dosificación, aspiración y flujo continuo. Pueden dosificar y aspirar pequeñas cantidades con un alto nivel de precisión y, gracias a sus especificaciones de presión y ancho nominal, controlan el flujo. Asimismo, en colaboración con Syntegon (antes Bosch Packaging), se ha lanzado un sistema de ensamblaje para bolígrafos de insulina más rápidos, gracias a la tecnología de automatización de Festo.

La compañía ha presentado por primera vez un concepto ‘SupraMotion’ en el que la unidad superconductora se puede separar del refrigerador eléctrico y puede funcionar de forma autónoma hasta dos horas. La tecnología compacta permite el movimiento y la manipulación de objetos sin contacto, ideal para industrias con altas exigencias de limpieza, como la automatización de laboratorios, la biotecnología o la producción de semiconductores.