‘Puleva’ ha incorporado los tapones unidos al envase a toda su gama de 1l en formato slim. Se suma así a otras marcas lácteas como ‘Central Lechera Asturiana’ o ‘Lauki’, que también han optado por este cambio en fechas recientes.

Tal y como ha indicado la compañía, el cambio en el cierre responde a su compromiso con “la economía circular y el desarrollo sostenible”, puesto que estos tapones facilitan el reciclaje de los envases, al permitir un reciclaje conjunto del envase y el tapón en el contenedor amarillo.

“Anualmente, Lactalis Puleva emplea 577,6 millones de tapones para sus envases briks, lo que equivale a un total de 1.762 toneladas de plástico. Gracias a la unión entre envase y tapón, se tiene la certeza de que se reciclará todo el envase producido y además se evitará que el tapón termine en la naturaleza y produzca contaminación ambiental”, exponen.

En los próximos meses, estos nuevos cierres serán visibles en toda su gama de 1l, que incluirá además información para los consumidores acerca de este nuevo cierre.

No es el único avance en materia de sostenibilidad en sus envases de Lactalis Puleva que, además, está apostando por el uso de materiales vegetales en la fabricación de sus envases, tapones y pajitas. De hecho, ha migrado toda su gama de envases de 1l (slim) a un modelo bio-based, lo que ha permitido la eliminación de 3.027 t de materiales fósiles. Igualmente, se ha sustituido la pajita de plástico en los envases slim de 200ml de batidos y de leches infantiles por una pajita de papel 100% reciclable, un cambio que ha supuesto la eliminación efectiva cada año de 180 M de pajitas de plástico.

Así mismo, ha incrementado la cantidad de plástico reciclado en los films secundarios (donde se ha pasado de un 30 a un 50%) y se ha apostado por el uso de cartón 100% reciclado en el embalaje de todas las agrupaciones de envases de 1l y de los batidos de cristal.