El Parlamento Europeo voto la semana pasada sobre la propuesta de reforma de la legislación comunitaria la exportación de residuos plásticos presentada el pasado mes de noviembre por la Comisión Europea aprobando el documento con 594 votos a favor, 5 en contra y 43 abstenciones. El texto propone prohibir la exportación de residuos plásticos a países no pertenecientes a la OCDE y eliminarla gradualmente a los países de la OCDE (de los que Turquía también es miembro) en un plazo de cuatro años.

Con esta votación, los eurodiputados también apoyan la prohibición del envío de todos los residuos generados en la UE a países no pertenecientes al club comunitario incluso cuando el objetivo es su eliminación excepto en casos limitados, autorizados y debidamente justificados. Además, se prohibirán las exportaciones de residuos peligrosos a países no pertenecientes a la OCDE. La exportación de residuos no peligrosos destinados a valorización solo estaría permitida a países no miembros de la OCDE que den su autorización y demuestren que son capaces de gestionar los residuos de forma sostenible. La Comisión elaborará una lista de estos países, que se actualizará al menos una vez al año.

El Parlamento también pedirá la creación de un mecanismo de detección basado en el riesgo en toda la UE para guiar a los países comunitarios que llevan a cabo inspecciones destinadas a prevenir y detectar envíos ilegales de residuos.

Siguiendo los pasos del Reino Unido

El paso dado ahora abre una nueva fase en la que se abren, a través del Consejo Europeo, negociaciones con los gobiernos de los estados miembro para revisar procedimientos y medidas de control. Hace pocos meses el Reino Unido dio un paso en la misma dirección después de una serie de artículos publicados en la prensa del país sobre cómo se gestionaban los residuos plásticos que salían del país en Turquía, el principal receptor de esta mercancía (el 60% de los más de 2,5 Mt enviadas fuera de sus fronteras).

En el caso de la Unión Europea, las exportaciones de residuos, que ya sufrieron un importante recorte hace unos años cuando China cerró sus puertas a la importación de estos materiales para su posterior procesamiento, alcanzaron los 32,7 Mt en 2020, lo que representa alrededor del 16 % del comercio mundial de residuos.

Está por ver, una vez más cuál será la implicación para la industria del plástico, aquejada desde hace años de infraestructura a nivel europeo demasiado corta para procesar el cada vez más ingente volumen de residuos plásticos. La Comisión Europea ya anunció hace unos meses una serie de mecanismos a través de un nuevo Reglamento relativos a los materiales y objetos de plástico reciclado destinados a entrar en contacto con alimentos, una base legal con la que busca abrir la mano a nuevas tecnologías de reciclado para trabajar con este tipo de residuos.