Según las últimas estadísticas de Finat, la demanda de autoadhesivos en Europa aumentó un 2,1% en en el cuarto trimestre de 2023, en comparación con el mismo periodo de 2022. Se trata de la primera subida después de un año de descenso de dos dígitos, que comenzó en el cuarto trimestre de 202. La mezcla del exceso de demanda post-Covid, la escasez de materias primas, la acumulación de existencias, las interrupciones de la cadena de suministro, los aumentos de costes y el declive económico golpearon duramente a la industria de las etiquetas durante todo el año 2023. Tras la aparición de los primeros signos de ralentización del declive, en el verano de 2023, la industria parece ofrecer signos de una recuperación para 2024.

En comparación con 2022, el consumo europeo de materiales para etiquetas autoadhesivas disminuyó un 25,8% en 2023, el mayor descenso en un solo año registrado desde que FINAT empezó a recopilar estadísticas en 2003. Según el último Finat Radar publicado en febrero, el patrón de descenso del consumo de materiales autoadhesivos fue similar en los principales segmentos de uso final, incluidos los de alimentación, bebidas y cuidados de salud y belleza, sectores todos ellos que mostraron signos prometedores de recuperación en el último trimestre del pasado año.

Las perspectivas mejoran

El descenso de la demanda europea de autoadhesivos fue más acusado y prolongado que fuera de Europa, y en comparación con otros sectores del ámbito del etiquetado y el envasado. Una explicación importante es el excesivo efecto de acumulación de existencias desencadenado por la prolongada huelga de la industria papelera en el primer trimestre de 2022, que provocó una batalla por las materias primas (en particular, soportes antiadherentes a base de papel y materiales frontales para etiquetas) y plazos de entrega de 3 a 5 meses. Cuando la disponibilidad de materias primas volvió por fin a la normalidad, en el tercer trimestre de 2022, la situación económica había cambiado y los impresores y usuarios de etiquetas habían llenado sus almacenes para los trimestres venideros. La recesión se vio agravada por el efecto del aumento de los costes de las materias primas que, según el Radar Finat, afectó a la adquisición de etiquetas más que a otros tipos de envases.

Según el informe, los encuestados destacaron los importantes retos a los que se enfrentaban debido a la evolución de las demandas de los consumidores. Entre estos retos se incluyen un cambio notable en la preferencia de los consumidores de productos de marca a marcas blancas, alteraciones en los patrones de demanda estacional y un exceso de oferta de materiales para determinadas unidades de mantenimiento de existencias (SKU) provocado por una caída abrupta de la demanda. Estos datos ponen de manifiesto el carácter complejo y dinámico del mercado.

Concluye Finat en su informe, que el descenso de la confianza de los consumidores en la eurozona sigue reflejando la preocupación generalizada por la inflación, el coste de la energía y la posibilidad de una recesión económica; sin embargo, las perspectivas ligeramente más halagüeñas de los proveedores de etiquetas y los propietarios de marcas sugieren optimismo sobre la capacidad de recuperación y crecimiento en los próximos trimestres.