Durante los meses de abril, mayo y junio, las empresas vinculadas al sector turístico español continuaron marcando pérdidas de ventas y beneficios, aunque en menor medida que en el anterior trimestre. Un 83,3% de los empresarios preguntados en la Encuesta de Clima Empresarial de Exceltur declararon haber obtenido menos ventas (un 54,3% las catalogaba de "fuertes") y un 79% de ellos, caídas en beneficios ("fuertes" en un 52,4% de los casos). Sin embargo, el PIB turístico trimestral ha atenuado su ritmo de caída, del -7% al -6,6%, por lo que Exceltur asegura que el sector ya ha tocado fondo. Igualmente, el ICTUR, Índice de Confianza Empresarial elaborado por Exceltur, registraba un valor de -64,5, ligeramente más positivo que el mínimo histórico de -65,9 alcanzado el primer trimestre del año; y la demanda turística desaceleró su descenso debido a la preferencia de los españoles por viajar dentro del país y no desplazarse al extranjero (del -12,3% experimentado en enero y febrero al -5,6% de marzo a mayo, últimos mes cuyos datos se han computado).
A pesar de esta mínima esperanza, los empresarios turísticos todavía no ven brotes verdes en cuanto a la recuperación de sus beneficios. El 95,9% asegura no ver ningún indicio de recuperación en los beneficios; la evolución de la demanda extranjera mantiene un panorama sombrío para el 82,9% de los encuestados y el 81% no ve recuperación próxima en cuanto a ventas. El sector sigue inmerso en una guerra de precios para acaparar clientes, intensificando la situación deflacionaria. Un 88,3% de los empresarios aseguraron haber reducido sus precios respecto al mismo periodo de 2008. Los hoteles vacacionales, las agencias de viajes y los touroperadores son los subsectores que más han sufrido esta caída. Estos últimos se están viendo perjudicados por la tendencia a elegir destinos de menor coste y gasto en destino, primando las casas de familiares y amigos, campings, alojamientos rurales, el coche como medio de transporte y productos, por lo general, no intermediados. El descenso de precios ha sido más moderado en hoteles urbanos, compañías aéreas y de alquiler de coches. Como viene sucediendo en los últimos tiempos, las instituciones relacionadas con el ocio, especialmente museos, monumentos y parques de ocio, capean mejor la crisis al estar más vinculados a la demanda española que al turismo internacional.
La crisis de la demanda extranjera sigue provocando fuertes caídas en los indicadores de llegadas, pernoctaciones e ingresos, que no muestran signos de mejoría; los destinos españoles del litoral mediterráneo y las islas han sufrido más que otros países competidores la caída de la demanda durante la primavera y Alemania y Reino Unido, principales motores de la llegada de turistas internacionales a España, siguen siendo siendo los mercados más afectados. Sólo algunos destinos de la costa española, más vinculados a la demanda nacional, como la Costa del Azahar, Costa Dorada y Costa de la Luz, han aumentado la demanda en los meses de abril a junio. Por ciudades, Bilbao, Vitoria, Barcelona, Logroño, León y Málaga se salvaron de los malos resultados generalizados.
Así las cosas, a pesar de las esperadas ventas de última hora, dados sus precios, la mayoría de empresarios pronostican un verano difícil, en el que el 71,3% espera peores resultados de ventas y el 77,1% de márgenes y beneficios. Exceltur estima que el PIB turístico seguirá conteniendo su descenso, pero a pesar de ello no podrá evitarse una caída de 5,7 puntos. Al tratarse de los meses de la temporada alta, lo lógico es que se modere la destrucción de empleo, con cerca de 70.000 despidos, un -4,4%, procedente de la hostelería y de las agencias de viajes.
A tenor de la evolución del segundo trimestre de 2009 y la previsión elaborada para el tercero, Exceltur pronostica un descenso del PIB turístico del -5,6% para el conjunto del año.
