En primer lugar, me honra que Christie + Co pueda abrir esta Tribuna de opinión que Hostelmarket pone en marcha en su nueva versión de su web. Estoy segura de que va a tener, como todas sus publicaciones, un enorme éxito en el sector, dado su ya reconocido prestigio.

El sector hotelero en España ha tenido un espectacular desarrollo en los últimos 15 años y, como consecuencia del mismo, la planta hotelera de nuestro país ha experimentado un notable incremento de calidad en lo que a diseño y servicios se refiere. Este desarrollo de nuevos hoteles convive con aquellos establecimientos desarrollados en los ’60 y en los ’70, que muestran signos de obsolescencia y cuya reforma o reconversión es cada vez más imperiosa.

La situación del sector hay que desgranarla tediendo en cuenta que nuestro sector hotelero se mueve en torno a 3 grandes ejes: el sector de hoteles turísticos -emplazados en su mayoría en zonas costeras y en los archipiélagos canario y balear-, los hoteles de ciudad -ya sean principales o secundarias- y los que podemos denominar hoteles con encanto, que se pueden encontrar tanto en ciudades, como en zonas costeras, como en zonas de interior. Cada uno de dichos segmentos afronta una situación con connotaciones distintas, pese a que todos comparten un denominador común: ¿cómo sobrevivir a la actual situación de crisis?

Si analizamos el segmento de los hoteles y resorts turísticos, podemos decir que su dependencia del segmento de Tour Operadores (tradicionales u “on line”) ha hecho que se vean abocados a una cruel guerra de precios, en parte por las ofertas lanzadas por hoteles de nueva planta ubicados en destinos emergentes. La calidad de los establecimiento desarrollados en la última década está fuera de toda duda, pero se ven obligados a competir con establecimientos ubicados en otros destinos mediterráneos, que no siempre ofrecen las infraestructuras que España puede ofrecer, y que, en ocasiones, reciben la ayuda de políticas turísticas más agresivas que la nuestra. Mantener el nivel de precios y la calidad del servicio sin que los resultados se vean muy afectados no les está resultando fácil a nuestros hoteleros. Por otro lado, hay que tener en consideración que existen determinadas áreas de nuestra geografía turística costera que están pendientes de profundas reformas de su planta hotelera , que ya no puede competir en calidad de las instalaciones si la comparamos con los establecimientos de nueva planta o con los hoteles de otros países.

Desde el punto de vista del los hoteles de ciudad, podemos afirmar que son muy competitiva en relación al resto de ciudades en Europa, marcando incluso tendencias a nivel europeo en lo que a hoteles de negocio se refiere. El problema fundamental que afronta este sector estriba fundamentalmente en los precios medios, cuyo descenso se ha visto propiciado por varios motivos, que van desde la casi desaparición del segmento de Incentivos y Convenciones hasta la competencia de precios entre las cadenas y los hoteleros independientes, pasando por un cambio de actitud de los clientes que exigen precios más baratos, lo que ha llevado a que las ocupaciones se mantengan en ratios aceptables, pero con una reducción del precio medio que afecta negativamente al RevPar de este tipo de establecimientos.

Finalmente, podemos hacer mención de otro tipo de establecimientos, los llamados “con encanto”, ampliamente repartidos por la geografía española, que pueden aprovechar que el cliente español viajará menos fuera de nuestras fronteras y que compiten con un producto claramente diferenciado, lo que les ayuda en muchos casos a mantener unos precios más elevados siempre que su calidad y servicio cumplan las expectativas de lo que buscan sus clientes en este tipo de establecimientos.

Inmaculada Ranera, directora general de