Continuando con su plan de desarrollo internacional y de fuerte apuesta por Latinoamérica, la transitaria Tiba se acaba de instalar en Colombia. Para ello, ha tomado el control del grupo Bemel, una de las principales firmas transitarias del país. Con esta compra, la filial del grupo Romeu ya está presente en una veintena de países en todo el mundo, 11 de ellos en el continente americano: México, Guatemala, El Salvador, Panamá, Cuba, República Dominicana, Argentina, Chile, Perú, Ecuador y, ahora también, Colombia.
Esta operación permitirá, además del desarrollo de la red propia, impulsar los intercambios con China, la península ibérica, México y el resto de Latinoamérica, en los que el grupo Bemel está especializado. De origen familiar, la transitaria colombiana fue fundada en 1974, cuenta con 250 empleados, dispone de oficinas en Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga, Barranquilla, Cartagena y Buenaventura, además de en Miami, y tiene previsto cerrar 2020 con un movimiento de 21.000 TEU.
El interés de Tiba en el país se explica por su importancia estratégica, siendo la cuarta economía más importante de Latinoamérica y segunda en el mundo con mayor crecimiento. En la actualidad, está desarrollando 17 de las 100 obras de infraestructura más importantes de la región, entre las que destacan el puerto de Cartagena, el proyecto del metro de Bogotá, y el oleoducto Bicentenario, entre otras. "Es un país clave en nuestra visión de liderazgo en Latinoamérica", señala Javier Romeu, CEO de Tiba. "La pandemia ha retrasado unos meses el cierre de la operación, pero no ha condicionado nuestro interés por Bemel ni la apuesta por Colombia. Más allá de las buenas cifras empresariales, nos animó el que la similitud de cultura y valores con Tiba hacían la integración mucho más sencilla. Contamos con el actual equipo directivo de Bemel al completo para seguir gestionando la compañía como hasta ahora. La familia Benavides y el equipo directivo han sido claves en construir Bemel, y serán determinantes en el Tiba del mañana en la región". De hecho, la empresa adquirida seguirá operando bajo la marca Bemel.
A nivel de grupo, Tiba prevé finalizar el año con una facturación de 330 M€, lo que supondría un crecimiento del 15% respecto al ejercicio 2019. En España, las ventas de la cabecera se situaron en los 145 M durante el pasado año. En total, cuenta con una plantilla que ronda los 900 empleados, de los cuales alrededor del 40% se encuentran en nuestro país.
