La fabricante Quimi Romar, especializada en productos de perfumería y droguería de gran consumo, está inmersa en diversos planes orientados a impactar en la sostenibilidad. Uno de los más ambiciosos consiste en acometer la reducción de plásticos en sus envases.

Desde la compañía explican que, durante los últimos cuatro años, Quimi Romar ha trabajado en la reducción de gramajes en sus envases plásticos, logrando así que 160 t de plástico dejen de circular cada año. Concretamente en 2021, agregan, este proceso se ha acelerado y ya hay proyectos en marcha con los que se busca retirar otras 62 t en 2023.

“Existe un trabajo coordinado desde hace años entre los distintos departamentos de la empresa implicados, con el objetivo de reducir la cantidad de plástico que se pone en circulación en el mercado de manera eficiente y sin que afecte a la calidad y seguridad de los productos”, comentan.

Sus responsables señalan, al mismo tiempo, que no solo se está invirtiendo esfuerzo en esa reducción, sino también en el origen de los materiales empleados. Esto explica que la compañía trabaje ya en el uso de altos porcentajes de material reciclado en el 60% de sus formatos de botellas de plástico. Prueba de ello son algunos lanzamientos, como la línea de fertilizantes ‘ Garley Garden ’, cuyas botellas contienen entre un 30% y un 50% de PE reciclado.

En paralelo, se está trabajando en una mejora del etiquetado de este tipo de atributos, “para que el consumidor sea consciente de la reciclabilidad y del origen del envase que se le está ofreciendo”, comentan. En este sentido, Quimi Romar se ha propuesto que el 100% de los etiquetados de marcas propias estén revisados en 2023.

Las mismas fuentes destacan como “punto importante dentro de la sostenibilidad de los envases”, el hecho de que la empresa cuente con un ‘in-plant’ en el que se soplan las botellas de mayor rotación, que pasan directamente de la sopladora a la línea de llenado. “Esto reduce sensiblemente la huella de carbono, al ahorrarle al medio ambiente la contaminación que supondría el transporte de millones de botellas desde otras localizaciones”, concluyen.