Cataluña cuenta con cerca de 1.500 establecimientos de restauración comercial pertenecientes a cadenas o grupos especializados. De ellos, más de las tres cuartas funcionan en Barcelona. La capital y su área metropolitana son, lógicamente, el epicentro del mercado catalán y generadores del algunos de sus rasgos más definitorios. Por ejemplo, el arraigo por los conceptos propios, pues más del 67% de los establecimientos -en torno al 58% en Barcelona- pertenecen a alguna cadena originaria de alguna de las cuatros provincias.

La Ciudad Condal también ha sido el origen de los denominados grupos de restaurantes singulares, como Cacheiro o Moncho’s. De forma paradójica a su origen, algunos de ellos están desarrollando pequeñas cadenas a partir de sus enseñas más exitosas, como ‘Divinus’ (Cacheiro) o ‘Mussol’ (AN Grup) e incluso están saliendo del mercado barcelonés, con aperturas en Madrid.

Muy propio de Cataluña es también la proliferación de cafeterías -cerca de un tercio de los establecimientos de restauración pertenecen a este segmento-, y los denominados 'frankfurts', que surgieron como locales de aire centroeuropeo que originariamente ofrecían bocadillos con salchichas. Además, la región cuenta con cadenas especializadas en un producto gastronómico típico de la zona, entre las que destaca ‘La Baguetina Catalana’.