Manolo Bakes, la marca de repostería artesana tradicional conocida por los “Manolitos”, ha renovado su imagen de vestuario. La consultoría textil Vranded ha sido la responsable del diseño y la confección de este nuevo vestuario, catalogado por la cadena en una nota de prensa como "elegante, actual, cercano y al detalle, que ha mantenido los colores y la estética del clásico repostero con un corte moderno en los tejidos". Martín Mosquera, Director de Diseño de la startup Vranded, ha indicado que “nuestra principal misión fue demostrar la filosofía de Manolo Bakes con un alto nivel de detalle, que sea una muestra más de su saber hacer y sus cuidadas creaciones”. Por su parte, Pablo Nuño y Ángel Terrés, CEOs de Manolo Bakes, se han mostrado “muy ilusionados con el resultado de esta colección, que recoge la esencia de todas las creaciones y de todo el equipo que conforma Manolo Bakes. Y que ahora será un canal más de comunicación para mostrar la fuerza de una marca artesana que se ha sabido adaptar con entusiasmo a las nuevas necesidades de un público exigente”.

“La renovación de la marca de los manolitos ha sido completa. Por eso, para este reto era necesario la creación de un vestuario nuevo”. Así lo ha explicado Mosquera, que ha indicado cómo han conseguido elaborar “una nueva versión, única en el mundo, de la clásica “Bakerboy Cap” que suma la tradición con la polivalencia que ofrece la incorporación de una correa ajustable a una cadena de establecimientos con miles de empleados”. Además, su propuesta incluye un polo de corte de cuello Mao y unos delantales personalizados que estarán a la venta al público de Manolo Bakes.

Creado desde cero, el nuevo mandil destaca por una "personalización absoluta". Incluye, como elemento más destacado, un bolsillo central personalizado con el dibujo en mosaico de los manolitos y una etiqueta personalizada diseñada con la imagen de marca. El reto en este caso, según indica el diseñador Martín Mosquera, ha sido encontrar una fórmula que de la suficiente comodidad a los empleados con una estética atractiva, ya no solo para lucir en los establecimientos, si no para atraer la compra de los clientes, ya que este producto estará a la venta. Además, se han incluido traviilas que simulan las del cinturón de un pantalón, y que permiten acoplar la carrea para sujetar el mandil. Los polos, con un estilo en la línea de la marca, mantiene los colores de Manolo Bakes que denotan la tradición de la repostería, con un corte moderno y cuello Mao. La referencia ha sido la vestimenta de los pasteleros de principios del Siglo XX, a lo que se ha retocado el cuello y la manga con beige, dibujando el conjunto con el Pantone de Manolo Bakes verde. Se culmina el detalle con el hilo rojo, segundo color corporativo, y que cose y fija los detalles de la botonera del cuello. La gorra de panadero, por su parte, está inspirada de nuevo en las clásicas gorras de repostero de principios del XX, incluye un material ligero para ganar en comodidad y que sea menos caliente, lo que permita a sus usuarios olvidarse de que lo llevan puesto. Además, destaca por ser la primera gorra de esta clase con una cinta reguladora detrás, con cierre ajustable, una adaptación diseñada para que permita a la marca tener una talla única y que sea ideal para empleados con pelo largo. “Además, el interior es completamente personalizado, con cintas tapacosturas interiores con el nombre de la marca junto a los manolitos impresos, todo englobado con la frase “Manolo Bakes Me Happy”, que responde al concepto creativo diseñado por Vranded y que ha sido adoptado con cariño por el equipo de Manolo Bakes”, concluye Mosquera.