
La paralización de las licitaciones públicas, durante los peores momentos de la pandemia del Covid-19, limitó temporalmente las opciones de sumar nuevos centros a las principales entidades del Tercer Sector. No obstante, asociaciones, fundaciones y cooperativas continuaron compaginando la promoción de centros de promoción propia con la gestión de residencias públicas adjudicadas previamente y apoyaron a las administraciones en la gestión temporal de centros. Las principales organizaciones religiosas, por su parte, mantienen la titularidad de sus centros, aunque van cediendo poco a poco la gestión de algunas residencias a operadores privados. En septiembre de 2020, la presencia del Tercer Sector supera las 91.000 camas, con más de 1.220 centros abiertos, manteniendo, e incluso incrementando ligeramente su peso de años anteriores en el total del sector geriátrico de nuestro país.
Las entidades del Tercer Sector, aunque afectadas en los últimos meses por los efectos del coronavirus, como el resto de operadores del sector geriátrico, han seguido intentando incorporar residencias a sus redes, ya sea de promoción propia o con adjudicaciones públicas. Los datos recogidos por Alimarket Sanidad y Dependencia elevan hasta 1.222 los centros propiedad de asociaciones, mutualidades, fundaciones, congregaciones religiosas y otros organismos sin ánimo de lucro, con un total de 91.314 camas, que les permiten aumentar su peso en el cómputo nacional de centros y camas, hasta representar el 24,42% y el 24,6%, respectivamente. Unos porcentajes ligeramente superiores a los de años anteriores.
No hay que olvidar que estos datos están referidos a la propiedad de los centros, donde las entidades religiosas siguen teniendo un papel muy relevante. Hoy, todavía son titulares del 39,77% de las residencias del Tercer Sector y del 43,5% de las camas. Mientras, el resto de cooperativas y entidades sin ánimo de lucro siguen siendo propietarias de más del 60% de las residencias y del 57% de las camas y en la mayor parte de los casos son gestoras de los centros. Es en este grupo en el que se encuentran las principales gestoras de recursos públicos que, año tras año, van tratando de incrementar su cartera optando a las distintas licitaciones. Este año, entre los meses de marzo y junio, la licitación pública se paralizaba (la práctica totalidad de las administraciones municipales y autonómicas dejaron de sacar concursos durante los meses de marzo, abril, mayo e incluso junio), pero a las principales organizaciones se les otorgó un papel muy relevante como aliadas de las administraciones, asumiendo la gestión temporal de centros gestionados habitualmente por otros operadores a los que la pandemia ha desbordado.
Es el caso de la Fundación Vella Terra, entidad vinculada al grupo geriátrico VL, que en mayo era solicitada por la Generalitat para hacerse cargo temporalmente de la residencia Mòssen Vidal i Aunós, hasta ese momento en manos del grupo Eulen Servicios Sociosanitarios. También a petición de la Generalitat, Vella Terra se hacía cargo de forma temporal, de la residencia privada Marvi-Park, de Barcelona. Así, en estos meses, Vella Terra ha sumado la gestión de los dos centros a su red, que integran además tres residencias de la Generalitat en Barcelona (2) y Campdevànol (Girona) y una más de su propiedad en el municipio de Arenys de Munt (Barcelona), además de dos residencias para personas con discapacidad. Por su parte, el grupo VL, al que Vella Terra está vinculada, dispone de otros seis geriátricos propios, entre ellos la residencia Les Deus de Corbera de Llobregat (Barcelona), que el grupo adquirió en octubre de 2019.
La Fundación Rey Ardid sigue sumando proyectos y aperturas de nuevas residencias
Entre los operadores más activos durante este año cabe destacar a la Fundación Rey Ardid, que ha conseguido consolidar su puesto como primera operadora en Aragón (por delante incluso del grupo privado Vitalia) y ha mejorado su posición en el ranking de entidades no lucrativas, situándose en la tercera posición, solo por detrás de Edad Dorada y la Fundación San Rosendo.
Todavía en 2019, Rey Ardid incorporaba a su red el geriátrico municipal ‘El Veral’, de Osera de Ebro (Zaragoza), y ya este año, el pasado verano asumía por fin la gestión de la residencia Adolfo Suárez, de Caspe (Zaragoza), tras un largo proceso judicial, que se prolongó durante cinco años, en los que el centro estuvo en manos de la Fundación para el Desarrollo Social. También el pasado verano, se hacía con la gestión de la residencia José Ariño, en Utebo (Zaragoza), un centro privado, que la entidad gestiona en alquiler desde finales de agosto.
Y respecto a los proyectos de promoción propia, la Fundación ponía en marcha, en abril de 2019, la residencia Ibercaja Rey Ardid Piquer, después de varios años de proyectos y obras. La nueva instalación absorbió la actividad de la residencia Padre Piquer de Teruel, un centro propiedad de Ibercaja, y que venía gestionando también Rey Ardid.
Más reciente es la inauguración de la nueva residencia Los Rosales del Canal, que Rey Ardid ha puesto en marcha este mes de septiembre en este barrio de Zaragoza. El centro, de 142 estancias, está especializado en Alzheimer y ofrece todo tipo de servicios. El proyecto de Los Rosales, que Rey Ardid daba a conocer en 2008, se ha levantado en un solar cedido en esas fechas por el Ayuntamiento de Zaragoza. La entidad ha destinado más de 8,7 M€ a la construcción de la residencia, que dispone de 6.500 m² construidos.
A los nuevos centros de Rey Ardid se sumará próximamente un nuevo geriátrico municipal en Calamocha (Teruel), cuya gestión ganó la Fundación el pasado año. El contrato incluía el equipamiento y puesta a punto del centro, de 76 camas, por parte de la entidad adjudicataria, que está finalizando los últimos detalles.
Menos avanzados están los otros dos proyectos anunciados por Rey Ardid en Huesca y Alcañiz, para levantar sendos centros de 160 y 130 camas. La promoción corre a cargo de varias promotoras, encabezadas por la mercantil Adiante Tecnología, Ingeniería y Servicios. Rey Ardid forma parte del proyecto con una participación minoritaria y su compromiso de gestión de los futuros geriátricos.
Si bien todos los nuevos proyectos de la Fundación Rey Ardid están en su comunidad de origen, la entidad mantiene su presencia en La Rioja (gestiona la residencia de Alfaro y un centro de día en Casalarreina) y en Madrid, donde continúa gestionando tres residencias públicas en UTE con Albertia Servicios Sociosanitarios.
Tras las últimas aperturas y gestiones, Rey Ardid suma ya 20 geriátricos abiertos, con 1.907 camas, mientras, los tres proyectos pendientes acercarán a la fundación a las 2.300 estancias residenciales, consolidándola como tercera entidad no lucrativa gestora de geriátricos en nuestro país.
Edad Dorada y San Rosendo mantienen posiciones en el Tercer Sector
Entre las especialistas en gestión de recursos públicos, un año más mantiene su liderazgo la asociación Edad Dorada-Mensajeros de la Paz, que suma ya 104 residencias y casi 6.000 camas gestionadas, de las que solo 34 centros y 2.469 estancias son propiedad del Tercer Sector y el resto corresponde mayoritariamente a contratos con administraciones públicas. En 2019, Edad Dorada ganaba la gestión de las residencias públicas de nueva construcción promovidas por la Diputación de Lugo en Pol y Trabada, ambas abiertas a mediados del pasado año (finalmente, la entidad perdió la residencia de Ribadeo, que quedó en manos de Clece). También en el último año, Edad Dorada ganaba la gestión de la residencia y centro de día municipal Alguijuela, de Torremayor (Badajoz), con 42 camas y 30 plazas de día y posibilidades de ampliaciones futuras. Por último, consolidando su red, Edad Dorada acaba de prorrogar la gestión de la residencia Parque Coimbra en Móstoles (Madrid).
Reparto de las camas geriátricas del Tercer Sector según sus dimensiones

También la gallega San Rosendo ha mantenido su posición, con 47 centros gestionados (prácticamente todos de su propiedad), todos ellos en Galicia, mayoritariamente en Ourense, provincia en la que dispone de 32 residencias y más de 2.000 camas. San Rosendo mantendría además su posición como primer operador global geriátrico en Galicia por número de centros y segundo en camas, solo por detrás de la líder nacional DomusVi.
Durante el último año, la entidad ha seguido desarrollando su plan de inversiones, valorado en 10 M€, para la apertura de tres residencias en la región. La primera, ubicada en un terreno cedido por el Ayuntamiento de Lobios (Ourense), se preveía abrir finalmente este mes de octubre, aportando 90 camas más a la red de la entidad gallega. A ella le seguirán otros dos proyectos más en Verín (Ourense) y A Coruña. La primera se está levantando también en un terreno municipal, mientras la nueva residencia de A Coruña es fruto de un acuerdo con el Arzobispado de Santiago, para la reconversión de un inmueble de su propiedad en un geriátrico, con 45 estancias. Al margen del sector geriátrico, San Rosendo también ponía en marcha el pasado julio una residencia para personas con discapacidad gravemente afectadas en el Concello de Baños de Molgas (Ourense) con 90 plzas y una inversión de 2,5 M.
Por su parte, la madrileña Cáritas Española pierde su tercer puesto, tras dejar la gestión de dos residencias este año, que le llevan a rebajar su parque de camas en 119 unidades. La entidad está reformando su residencia de Sepúlveda (Segovia) para incrementar su capacidad hasta las 31 plazas, gracias a la construcción de dos plantas adicionales. En la misma línea está la Fundación Gerón, que en septiembre de 2020 cuenta también con dos centros menos y rebaja a 1.377 el número de camas gestionadas en 27 geriátricos (66 camas menos).
Nuevas residencias de la Asociación de Hidalgos y la Fundación 26 de Diciembre
Entre los últimos proyectos anunciados en el sector cabe citar el que ha iniciado la Asociación de Hidalgos de España para levantar su tercer geriátrico en la Comunidad de Madrid. El nuevo centro, que tiene un presupuesto de 15 M€, se está construyendo ya en la localidad de Tres Cantos. La residencia dispondrá de 157 camas, divididas en cuatro unidades de convivencia independientes. La instalación dispondrá de 10.500 m² y contará con todos los servicios. En su nuevo centro, la Asociación de Hidalgos quiere además incorporar tecnologías aplicadas al sector residencial, como terminales de llamada paciente-enfermera, con pantalla en la zona de entrada de la habitación; sistemas de gestión inteligente de las prendas de lavandería o vigilancia no invasiva a través de cámaras. El objetivo de Hidalgos es que el centro esté operativo en la primavera de 2021, permitiendo a la entidad superar las 700 camas, incluyendo sus centros ya operativos en Ciempozuelos y Madrid capital.
Reparto de las camas geriátricas del Tercer Sector según su titularidad

En la misma línea, la Fundación 26 de Diciembre está inmersa en la habilitación de su segundo centro en la capital, en un edificio cedido por la Comunidad de Madrid. Las instalaciones contarán con 62 camas y 15 estancias diurnas y podrían estar en marcha a finales de este año. El nuevo centros se sumará a su primer geriátrico, que inauguraba el pasado junio, y también está dirigido a personas mayores del colectivo LGTBIQ+. El centro, ubicado en Móstoles (Madrid), opera con el anagrama de La Casa de Txema de Roa, en alusión a la persona que donó la propiedad para el uso y disfrute de personas mayores de este colectivo. Se trata de una instalación con seis plazas y tres salas e convivencia, así como otros servicios colectivos, de uso libre. El centro no está orientado a personas dependientes, pero se tendrá en cuenta un reajuste de los servicios, tareas, funciones y personal para su atención, en caso de que sea necesario. La Fundación 26 de Diciembre, que también se encarga de la gestión de la instalación, ha recibido el apoyo del Ayuntamiento de Móstoles con un convenio de colaboración.
Fundomar y Matia Fundazioa también avanzan en sus proyectos geriátricos
También la Fundación Doña María (Fundomar) firmaba hace algo más de un año un acuerdo con el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María por el que el consistorio gaditano cedía a la entidad una parcela de 4.600 m² en la localidad. Fundomar pretende levantar un geriátrico en el solar, con 180 camas. El centro acogerá áreas específicas de trastorno de conductas y programas de intergeneracionaliad y envejecimiento activo. Las nueva residencia será la cuarta instalación de Fundomar, que cuenta con otros tres geriátricos en la provincia de Sevilla, con un total de 342 camas. A sus recursos geriátricos, la fundación espera añadir un nuevo centro de referencia en diversidad funcional, que gestionará para el Ayuntamiento de Sevilla. El proyecto, enmarcado en el plan integral para la zona Su Eminencia de la ciudad, se pondrá en marcha en un edificio construido en 2014, por Canf-Cocenfe Andalucía, si bien en su momento el proyecto se bloqueó y el edificio se encuentra cerrado y sin uso. Ahora la Gerencia de Urbanismo de Sevilla ha aprobado la subrogación del derecho de superficie a Fundomar, que acometerá una inversión de entre 900.000 € y 2 M. El centro contará con una parte residencial y otra de centro de día e incorporará distintos servicios y programas, incluido un centro de formación profesional y una escuela de atención a la dependencia, entre otros recursos.
Por su parte, Matia Fundazioa sigue avanzando en el proyecto de un nuevo complejo de viviendas geriátricas en Usurbil (Guipúzcoa), con 127 camas, que era anunciado a principios de 2019. El centro tenía un presupuesto de 13,8 M€, en colaboración con la Diputación Foral de Guipúzcoa, que aportará 2,8 M.
La fundación dispone actualmente de siete geriátricos y un conjunto de viviendas para mayores, además de un hospital de media y larga estancia, entre otros servicios. Matia apuesta en sus centros por su propio ‘Modelo de Atención’, centrado en la persona y basado en la personalización de los servicios a usuarios y familiares, tratando de mejorar su bienestar y generando conocimiento y servicios personalizados, que promuevan su autonomía y dignidad. En diciembre de 2019, Matia participaba además en el proyecto ‘Hauskor’, desarrollado por un consorcio de entidades tecnológicas para crear, desde la tecnología biomecánica y la aplicación de la analítica avanzada de datos, nuevos entornos, proyectos y servicios para valorar la fragilidad y puntos de mejora del usuario, de forma personalizada, y estructurar el entrenamiento necesario en cada caso para aumentar o al menos mantener la capacidad funcional.
Tres entidades andaluzas estrenarán nuevos centros geriátricos
En el caso de Macrosad, la cooperativa andaluza especialista en servicios sociales y educación está construyendo la que será su primera residencia propia, en la localidad malagueña de Benalmádena (Málaga). El nuevo geriátrico dispondrá de 80 camas y su apertura estaba prevista para finales de este año. Asimismo, Macrosad tenía previsto también ampliar las residencias municipales que gestiona en Las Gabias (Granada) y Alcaudete (Jaén), en las que esperaba incorporar 33 nuevas camas a unas instalaciones dotadas con 85 y 88 camas, respectivamente. En la actualidad, Macrosad centra su actividad en Andalucía, donde suma seis residencias operativas, seis centros de día para mayores y un centro intergeneracional.
También andaluza, la cooperativa Claros estaría ultimando su nueva residencia en San Cristóbal de la Laguna (Tenerife), que supondrá la entrada de Claros en las islas Canarias. El centro, de 125 plazas y que se convertirá en la sexta residencia de Claros, permitirá a la cooperativa superar las 560 estancias, repartidas entre sus centros de Sevilla, Jaén, Segovia y Canarias.
Por último, la Fundación Cuidar y Curar se hará cargo de gestionar el nuevo geriátrico municipal de Alcalá de los Gazules (Cádiz), que lleva tiempo terminado pero no ha entrado aún en funcionamiento. El centro dispone de 80 plazas residenciales y podría incorporar otras 20 de día.
Además del proyecto de la localidad gaditana, Cuidar y Curar está invirtiendo 3 M€ en un complejo socioasistencial, en régimen de concesión de obra y explotación, en Andújar (Jaén). Las instalaciones tendrán 120 camas, repartidas en dos módulos, y se ubicarán en el antiguo seminario de la localidad jiennense. El proyecto, que supone una remodelación integral, podría estar operativo a finales de este año o principios de 2021.
En la actualidad, Cuidar y Curar gestiona seis residencias y un centro de día, así como un centro para personas con discapacidad intelectual en Osuna (Sevilla). En 2019, cuatro de sus seis centros le fueron cedidos por el grupo Aura al que está vinculada.
Fuera ya de Andalucía, en la provincia de Toledo, la Asociación Cicerón conseguía el pasado junio volver a adjudicarse la gestión de la residencia municipal San Miguel, en Novés (Toledo), para los próximos cuatro años. Se repetía el proceso llevado a cabo por la entidad hace un año, cuando revalidó la gestión de la residencia San Bartolomé, de Tembleque (Toledo), también licitada por el consistorio de la localidad toledana. Mientras, la entidad mantiene la gestión de la residencia pública Virgen de la Caridad, en Camarena (Toledo) y unas viviendas tuteladas en Torrijos, estas últimas de su propiedad.
Primeras iniciativas de entidades no lucrativas en el sector de residencias
Entre los nuevos operadores sin ánimo de lucro merece mención la iniciativa de la Asociación Todoresidencias Edad Avanzada que, el pasado mayo, daba a conocer su primer proyecto de residencia geriátrica, que se ubicará en Huelva capital. La entidad reformará un antiguo edificio de oficinas para poner en marcha una residencia de 100 camas y 30 estancias diurnas. La primera fase, correspondiente al centro de día, se ponía en marcha el pasado marzo, si bien, la crisis sanitaria llevó a la entidad a clausurar el centro, ante el decreto de cierre de todas las instalaciones de atención geriátrica diurna. Hasta ahora, la actividad de Todoresidencias en el sector se limitaba a la gestión de un centro de día concertado ubicado también en Huelva.
También la catalana Fundación Ibam anunciaba en 2019 un primer proyecto de 10 M€ para la construcción de un complejo de 70 viviendas con servicios en Manresa (Barcelona), con 5.500 m² construidos, en un solar de 1.000 m².
Mutuam, Ozanam y GSR consolidan sus redes geriátricas
Algunas entidades han optado en los últimos meses por consolidar las redes de centros propios y adjudicaciones ganadas en años anteriores. En el caso de Mutuam, la mutualidad catalana mantuvo el control de sus 15 centros geriátricos, incluida la residencia Molí Via Favènzia, que se adjudicó definitivamente en febrero de 2019. En los primeros meses de 2020, coincidiendo con los peores momentos de la pandemia,reorganizó su estructura, potenciando su área sociosanitaria y ampliando lo servicios de SAD privado con la enseña ‘Mutuam a Casa’ en Barcelona y Tarragona (presta el servicio en la provincia desde abril de 2019) para llevar el servicio al mayor número posible de usuarios. En Aragón, la Fundación Federico Ozanam también ha mantenido su red de siete residencias, incluido el geriátrico Santa Isabel, cuya ampliación culminaba a mediados de 2019.
También la cooperativa vasca GSR (Gestión de Servicios Residenciales) ha seguido consolidando la red de servicios geriátricos, potenciada sobre todo entre 2017 y 2018, cuando incorporó más de 300 camas a una red que ya supera las 1.200 estancias. Tras las citadas incorporaciones, la cooperativa gestiona actualmente 22 residencias (solo tres propias), las últimas incorporadas entre 2017 y 2018 en Bilbao, Sopuerta, Trucios, Munitibar, Mundaka (todas en Vizcaya) y San Sebastián. Así, la entidad tiene presencia en las comunidades de País Vasco, Navarra, La Rioja y Cantabria. Además gestiona dos centros de día independientes en Usurbil (Guipúzcoa) y Logroño; y un centro polivalente en Zegama (Guipúzcoa) con 4 plazas de vivienda tutelada y un centro de día. Mientras, GSR acaba de firmar la ampliación del contrato de teleasistencia de Euskadi, que gestiona en UTE con las especialistas Tunstall-Televida y el grupo asegurador IMQ.
Año estable para Salud y Comunidad, Pere Mata, Suara y Vallparadís
La Fundación Salud y Comunidad también mantuvo estable su cartera de centros públicos en gestión, tanto sola como en UTE con su tradicional aliado, el grupo Lagunduz, con el que colabora desde hace años. Ambas entidades desestimaban definitivamente el pasado año el proyecto de abrir la residencia de Biota (Zaragoza), por considerarlo un proyecto inviable. El Ayuntamiento de la localidad zaragozana anunciaba el pasado marzo su intención de asumir directamente la explotación del centro, que podría abrir próximamente.
Por lo demás, Salud y Comunidad mantiene la gestión de siete complejos de viviendas con servicios, la mayoría en Barcelona capital, y gestiona otros siete geriátricos. Uno de ellos, la residencia Las Fuentes, que Salud y Comunidad explota en UTE con Sacyr Social en Zaragoza, desde hace años, acaba de salir a licitación.
Suara, por su parte, continúa con la gestión de siete residencias (tres de ellas propias), además de dos conjuntos de viviendas con servicios y nueve centros de día en Cataluña, mientras sigue apostando por el sector de atención domiciliaria, en el que la entidad acaba de adjudicarse de nuevo los dos lotes que ya venía gestionando en Barcelona capital.
En la misma línea, el grupo Pere Mata Mayores, que agrupa la actividad geriátrica del Institut Pere Mata, tampoco ha sumado nuevos centros este año, consolidando la última adjudicación, correspondiente a la residencia Alchemika de la Generalitat en Barcelona, que permitía al grupo superar las 800 camas, repartidas entre nueve centros, en 2019. Y, por su parte, la Fundació Vallparadís, que agrupa la actividad geriátrica del grupo Mútua Terrassa, tampoco ha incorporado otras residencias a su red, después de que en 2019 se hiciera con la gestión de la residencia Bon Pastor, también de la Generalitat en Barcelona.
Mientras, Fiatc Residencias, enseña que agrupa la actividad geriátrica de la mutualidad catalana Fiatc, ha pasado el ejercicio sin grandes novedades, aunque manteniendo el plan de expansión, que incluye los cinco proyectos anunciados en 2018 y 2019 para poner en marcha nuevas residencias en Barcelona (2), Alicante, Elche y Tarragona (tenía pendiente detallar si esta última será una residencia o un sociosanitario). El grupo tiene previsto invertir hasta 86 M en los centros, que aportarán 776 camas nuevas y 200 estancias diurnas y cuyas aperturas aún se prolongarán durante unos años.
Las entidades religiosas ceden sus instalaciones a gestores privados
En paralelo a las entidades especialistas en gestión de centros públicos, las grandes congregaciones y otras entidades religiosas, como los propios obispados y diócesis, siguen siendo hoy propietarios de importantes redes de centros geriátricos en nuestro país, y en la mayor parte de los casos mantienen la gestión. En general operan con un sistema de pago distinto, basado en la idea de beneficencia y cobrando en función de los recursos del usuario.
En los últimos años, el peso de este tipo de organizaciones en la gestión de centros ha ido disminuyendo (aunque muy lentamente), como consecuencia de la falta de nuevas vocaciones y la avanzada edad del personal religioso, que empieza a tener problemas para atender en condiciones óptimas los centros. Cada año van conociéndose nuevos casos de geriátricos de órdenes religiosas, cuya gestión se cede a gestores privados con o sin ánimo de lucro, sin vinculación ninguna con las propietarias. En unos casos se opta por mantener el inmueble, cediendo el centro en régimen de alquiler, a cambio de una reforma y adaptación a la normativa vigente en materia geriátrica. En otros, directamente se opta por la venta. Así, se está llegando al traspaso de las residencias de congregaciones religiosas u otras autoridades eclesiásticas, en beneficio de especialistas privados, normalmente, atraídos por las excelentes ubicaciones (en muchos casos en el centro de las ciudades).
En este contexto se encuadran los proyectos promovidos por el Obispado de Huelva, que ha firmado un acuerdo con el grupo Clece, cuya filial Clece Vitam se hará cargo de la reforma del Colegio Mayor San Pablo, una residencia de estudiantes del obispado en la ciudad, para convertirlo en un geriátrico, a lo que Clece destinará 4,5 M, a cambio de su gestión en alquiler durante los próximos 25 años. El nuevo centro contará con 126 camas en un edificio de 6.413 m².
En Corella (Navarra), Clece ha adquirido el inmueble del antiguo convento de los Padres Pasionistas, junto a la Ermita del Villar de la localidad, para convertirlo en una residencia de 90 camas. La misma gestora se hará cargo también de una residencia que se ubicará ocupando una parte del antiguo seminario de la Diócesis de Tenerife, en la localidad tinerfeña de San Cristóbal de la Laguna. Y también Clece está reformando una residencia geriátrica en el antiguo Hospital de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Benavente (Zamora), de cuya explotación también se hará cargo.
Por otra parte, la misma empresa firmaba el pasado febrero un acuerdo con la Orden de los Padres Agustinos para hacerse cargo en régimen de alquiler, de la Residencia Santa Mónica, de la entidad religiosa en Valladolid capital. El centro, instalado en uno de los pabellones del Convento de los Agustinos de Valladolid, había sido cerrado para realizar una reforma integral, con un presupuesto de 1,2 M€ asumido por la entidad religiosa. Por último, Clece abría a finales de 2019 una residencia en el antiguo colegio San Juan de la Cruz propiedad del Obispado de Burgos, que gestionará durante 25 años. La gestora privada se encargó de la reforma integral y equipamiento del inmueble a lo que destinó más de 3 M€.
En la misma línea, el mismo Obispado de Burgos cederá al grupo Ballesol la gestión del hospital geriátrico Nuestra Señora de la Concepción, de la Cofradía de la Concepción, que se está remodelando para convertirlo en una residencia de 110 estancias. Por su parte, la Congregación de Exclavas del Corazón de María también ha cedido un espacio en Barcelona a Sanitas Mayores para la apertura de una residencia de 100 camas y, en Madrid, el grupo DomusVi abrirá un centro de 130 estancias en unas instalaciones de los Padres Carmelitas ubicadas en la Plaza de España de la capital.
El Obispado de San Sebastián también está promoviendo la construcción de una nueva residencia de mayores en la antigua Iglesia de Todos los Santos, en el barrio de Intxaurrondo de San Sebastián, si bien aún no se conoce la identidad del gestor que se hará cargo del centro, una vez que esté construido. Y por último, el Arzobispado de Santiago de Compostela también avanza en las obras del ya citado centro de A Coruña, que gestionará la Fundación San Rosendo.
Más allá ha ido la Congregación de las Hermanitas de los Pobres que, este mes de septiembre, firmaba un acuerdo para vender las instalaciones y traspasar la actividad del geriátrico, que tenía en la zona de Cánovas de Cáceres, al grupo Ciudad Jardín. Este último comprará el inmueble y realizará una reforma con intención de aumentar las camas (actualmente el centro cuenta con 110 estancias) hasta las 250 unidades. El compromiso incluye la subrogación de los 30 trabajadores del centro, mientras el personal religioso de la congregación abandonará la residencia para trasladarse a otras instalaciones. La nueva propietaria de la residencia, que se convierte en el tercer centro de Ciudad Jardín en Cáceres capital, se ha comprometido además a mantener las condiciones económicas a los 70 ancianos que actualmente ocupan el geriátrico.
Fuera ya del ámbito religioso, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España también dejaba de gestionar directamente su residencia Siglo XXI de Guadalajara el pasado septiembre, tras llegar a un acuerdo para ceder su gestión a la operadora privada VHM Servicios Sociosanitarios (Valdeluz Mayores), que suma así un centro con 191 camas.
Se mantienen los proyectos asociativos de Alzheimer
Entre los gestores sin ánimo de lucro también continúan las distintas entidades asociativas formadas por familiares de personas con Alzheimer, las llamadas AFA (Asociación de Familiares de Alzheimer). En 2020 continúa el proyecto de un nuevo centro en Badajoz, promovido por Afaex (Asociación Extremeña de Familiares de Personas con Alzheimer), que mantiene su plan de construir una residencia para 80 usuarios y 0 plazas de día, para lo que maneja un presupuesto de 5,5 M€.
Más antiguos son los proyectos que también mantendrían las AFAS de Castellón y Jerez de la Frontera (Cádiz) para levantar sus residencias anunciadas años atrás, en las localidades de La Vall D’Uixò (25 camas) y Jerez (40 estancias).