La sociedad inversora Hispano Portuguesa Sanitaria (HPS) preveía reabrir a lo largo del día de hoy la Clínica Extremeña de Salud, de Badajoz. HPS ha adquirido el negocio de explotación del centro hospitalario pacense, tras haberse completado el proceso de liquidación de la sociedad gestora Ces Asistencia Sanitaria. De momento la propiedad del inmueble se mantiene en manos de la sociedad mercantil Clínica Extremeña de Salud, que está participada mayoritariamente por las familias Espárrago Espínola y Álvarez Buiza (suman más del 67%), mientras el resto está en manos de otras sociedades, como Macaranell y Servicios Integrales de Telecomunicaciones e Inversiones (un 10% cada una). No obstante, no se descarta la futura entrada de HPS en el capital de la empresa propietaria del hospital.

En esta nueva etapa, HPS ha reorientado la actividad del centro, que deja de operar como un hospital general convencional con urgencias, para convertirse en un centro que ofrezca especialidades punteras, que apenas existen en su área de influencia como la reproducción asistida; la unidad de retina; la de cirugía metabólica; o la unidad de traumatología deportiva. El centro pretende apostar por la alta resolución, aprovechando el alto nivel tecnológico del que dispone, pero también se mantendrán las unidades convencionales, como cardiología, medicina interna, etc.En esta nueva etapa la actividad quirúrgica será programada, desapareciendo el servicio de urgencias. Asimismo, la vocación del hospital es dar servicio tanto a la provincia de Badajoz como a la Comarca del Alentejo Portugués, con una población de 200.000 habitantes. En Extremadura, el centro ya se ha adherido a tres conciertos para garantizar su nivel de actividad, dos de ellos con el Servicio Extremeño de Salud (concierto Paracelso para dar servicio a la lista de espera quirúrgica y el concierto Galeno para la lista de pruebas diagnósticas) y uno más con la Mutualidad de Futbolistas (más de 20.000 federados en Extremadura).

En su nueva puesta en marcha la clínica cuenta con una plantilla contratada de unos 25 trabajadores sanitarios (45 en la etapa anterior) que se irán incrementando en los próximos meses, dirigidos por Manuel Hurtado, que seguirá siendo el director médico del centro como en la etapa anterior. A ellos hay que sumar el personal de servicios no sanitarios, que están externalizados, y los profesionales médicos.

Con sede en Barcelona y con el profesional Jaime Castillo como administrador, HPS liderará el proyecto de ampliación previsto años atrás para la clínica, que requerirá una inversión de 5 M€. El plan incluía la construcción de un nuevo edificio anexo, que albergará dos quirófanos, dos paritorios, nuevos puestos de UCI, camas de recuperaciónpost-anestésica, laboratorios de análisis clínico y nuevas camas de hospitalización (pasará de las 34 actuales a 70).

La reapertura de la Clínica Extremeña de Salud se produce justo un año después de que el ex-administrador concursal Fidel Blasco Miota decretara motu proprio el cese de actividad y clausura del centro en enero de 2018. La decisión, que fue tomada sin permiso judicial, supuso meses después la destitución de Blasco, sin poder evitar la posterior liquidación de la mercantil Ces Asistencia Sanitaria. A partir de ahí las familias titulares del hospital y de la sociedad liquidada iniciaban distintos procesos de negociación con especialistas del sector para ceder la gestión de la clínica, que finalmente llevaban a finales de 2018 al traspaso del negocio a Hispano Portuguesa Sanitaria. Como se recordará, la sociedad titular del hospital Clínica Extremeña de Saludpresentó concurso de acreedores en mayo de 2013, situación que levantó en septiembre de 2016. El concurso fue motivado por la imposibilidad de la clínica de trabajar con aseguradoras, en virtud de las cláusulas de exclusividad que mantenía el grupo QuirónSalud con las principales aseguradoras. Finalmente, QuirónSalud tuvo que suspenderlas en abril de 2013, a instancias de la Junta de Andalucía, lo que permitió a Clínica Extremeña poder empezar a trabajar con las distintas aseguradoras. En 2016, la desaparecida Ces Asistencia Sanitaria registró unos ingresos de 1,68 M€, con 2,2 M de pérdidas.