La Fundació Vella Terra, entidad no lucrativa vinculada al Grup VL, ha asumido temporalmente la gestión de la residencia de mayores Marvi-Park de Barcelona, a petición de la Generalitat que días atrás intervenía el centro. Ubicada en Barcelona capital, en la calle Mallorca, 607, la residencia Marvi-Park dispone de 27 habitaciones, qe de momento atenderán durante dos semanas a otros tantos residentes, que han dado negativo en el test en aislamiento preventvo. Pasado este periodo y una vez se confirme que los residentes no están afectados por el virus, las plazas se duplicarán incorporando a nuevos residentes, hasta completar su capacidad real, que alcanza las 54 estancias residenciales en habitaciones dobles.
El centro, que fue desalojado días atrás por el alto número de contagios, tanto de residentes como de profesionales, ha sido desinfectado hasta tres veces y, ya en manos de Vella Terra, se ha vuelto a habilitar, equipar y disponer de un equipo de profesionales para gestionar la residencia durante el periodo de confinamiento.
Aseorada por grupo VL, la Fundació Vella Terra gestiona tres residencias públicas de la Generalitat en Barcelona (2) y en Campdevànol -Girona- (residencia y hospital de día), y un geriátrico propio en Arenys de Munt (Barcelona), además de las residencias para personas con discapacidad ‘Mas Vella Terra’, en Gurb (Barcelona) y 'Mas Sauró' para personas con discapacidad intelectual, de la Generalitat en el barrio de Vallvidrera de Barcelona (estas dos últimas con un total de 105 camas más). La actividad de Vella Terra incluye la gestión residencial y los servicios de tutelaje para 1.500 personas incapacitadas judicialmente. Por su parte, el Grup VL, controlado por la familia Vicente y encabezado por la sociedad VL Gestió Patrimonial, dispone de otros seis geriátricos en propiedad, en Sant Vicenç de Montalt (Barcelona), Sabadell (residencia Ciudat de Sabadell, gestionada directamente por la filial Ciudat Sabadell Servicios Sociosanitarios) y Mataró, localidad donde dispone de las residencias El Mirador, Can Boada y Laia, además de la residencia Les Des, de Corbera de Llobregat,que el grupo adquirió el pasado octubre.
En la actualidad, la gran mayoría de los centros del grupo se mantienen con cero personas afectadas por el COVID-19 y, en los centros con afectación, esta ha sido mínima y puntual, según comunica el grupo. Jordi Vilardell, director general de Fundació Vella Terra y del grupo, apuntaba en este sentido que "la aplicación precoz, antes del inicio del confinamiento, de protocolos específicos y su continúa actualización respecto a la higiene y manejo de EPIs, la restricción de visitas y de una serie de medidas preventivas en todos nuestros centros ha sido la clave para mantener este índice mínimo de infección". Entre otras medidas, Jordi Vilardell también señala la limitación de la entrada de proveedores, el establecimiento de aislamientos preventivos después de la presentación de cualquier pequeño síntoma, el mantenimiento de profesionales de retén y la segmentación del centro en pequeñas comunidades donde solo se interactúa con un reducido grupo de profesionales. En 2019 Grup VL sumó unos ingresos de 16 M€ por la gestión de sus centros. Además de la actividad gestora geriátrica, VL está presente en el negocio de gestión patrimonial y en el área de transporte sanitario, donde mantiene un 25% del grupo de ambulancias Falck VL.
