La producción y consumo de frutas y hortalizas ecológicas no es una moda. En España, cada año se ha ido incrementando la superficie de cultivo con un único objetivo: obtener una mayor rentabilidad en los mercados exteriores. Así, la superficie ecológica de frutas y hortalizas en 2012 fue de 23.809 ha, de las cuales el 43% correspondió a hortalizas frescas y el resto se repartió entre cítricos (26%), frutales (20%) y plataneras y tropicales (8%), fundamentalmente. Estos datos sitúan a España a la cabeza en número de hectáreas dedicadas a estos cultivos en Europa. Por comunidades, Andalucía, Murcia y Castilla-La Mancha son las que cuentan con más superficie ecológica cultivada de frutas y hortalizas.
En cuanto a la producción estimada para 2012, que recoge las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Agricultura, asciende a 381.900 t. Este volumen básicamente encuentra su salida en los mercados exteriores, siendo Alemania y Reino Unido los principales clientes. Según un estudio de mercado, elaborado por la Oficina Económica y Comercial de España en Düseldorf, determina que en Alemania se puede hablar del boom de los productos biológicos, país donde las frutas y hortalizas suponen el 26,7% de la facturación de productos agroalimentarios. Así el acusado crecimiento de la demanda de productos ecológicos ha motivado un incremento de la superficie de cultivo, pero, sobre todo un significativo aumento de las importaciones españolas.
Según otro estudio, el “Oekobarometer 2013”, encargado por el Ministerio de Agricultura en Berlín y llevado a cabo por la empresa TNS Emnid, el 58% de los alemanes compra frutas y hortalizas ecológicas. Para ello acuden a las principales cadenas de distribución de supermercados, tiendas descuento, panaderías y mercados. Además, para garantizar su suministro, muchos de estos canales han decidido acudir directamente al productor.
En España, aún no son muchas las compañías que cuentan con la certificación para la producción y venta de estos productos. Uno de los últimos en incorporarse ha sido AgrupaEjido, que comenzó su venta la pasada primavera, con melón y sandía y la marca ‘allSUN’. Para ello, obtuvo el certificado de la almeriense Agrocolor. Otras compañías que han introducido nuevos productos ecológicos a sus catálogos en los últimos años son Alfruit (hortalizas), Coop. Cambayas (naranja), Campo y Tierra del Jerte (más espárrago ecológico), Frutas Selectas Murciana (limón), Morales Júcar (cítricos) y SAT Níjar Sol (tomate). También están las que continúan incrementando su volumen, como Unexport y Coop. Procam, y las que aspiran a trabajarlo, como Campo de Lorca, Frutas Rafael Manzano y Unión Produce Fresh.
En el terreno inversor, la almeriense SAT Bio Sabor, especializada en la venta y cultivo de tomate ecológico, estrenará nuevas instalaciones este año. Así, contará con una planta de unos 5.000 m2, cuyo presupuesto ascenderá a 3 M€. Otra especialista almeriense que ha inaugurado hace unos meses nuevas instalaciones es Campojoyma. Se trata de una plataforma de recogida de productos en la zona de El Viso que permitirá su crecimiento en la zona occidental de la provincia, área donde está apostando fuertemente por el pimiento bio.
Producción integrada
Aunque el control biológico y la producción integrada no es producción ecológica, sí que acerca el cultivo a técnicas más sostenibles y naturales. En este sentido, una gran mayoría de productores ya emplean estas técnicas, tan aplaudidas en los mercados exteriores. Tal es así, que el gobierno regional en Almería estaría redactando un borrador con una nueva orden que establezca medidas de carácter obligatorio, así como recomendaciones para mejorar la lucha contra enfermedades y plagas de cultivos hortofrutícolas. Se trataría de un impulso hacia el uso de técnicas de control biológico en detrimento de los fitosanitarios.
Para ello, existen diferentes iniciativas como Food Chain Partnership, liderada por Bayer Crop Science, y que permite la gestión sostenible de las explotaciones agrícolas con reducción en los tratamientos. A este programa ya pertenecen un gran número de explotaciones hortofrutícolas como Coop. Casi, SAT Moyca y Grufesa, entre otros muchos. Esta última ha completado la certificación del cien por cien de su superficie de cultivo, unas 440 ha, lo que supone una fruta más natural para el consumidor final.







