El enfrentamiento jurídico en el que se encuentran inmersos la empresa láctea Grupo Cacaolat y el fondo inmobiliario Proactiva parece no tener fin. Ahora el Juzgado Mercantil Nº 6 de Madrid , que instruye el concurso de acreedores de Clesa (anterior arrendataria de la planta de Pujades que Cacaolat explota actualmente), ha ordenado a instancias de Proactiva una orden de desalojo del inmueble . La ejecución es directamente sobre Clesa, pero remite la situación a posibles terceros ocupantes, en este caso, Cacaolat.

Como se recordará, este mismo juzgado ya rivalizó con el Juzgado Mercantil Nº 6 de Barcelona, para asumir la competencia del concurso de Cacaolat, extremo que resolvió el Tribunal Supremo. Por otra parte, ya hubo una primera demanda de desahucio por parte de Proactiva, quien al no ser ejecutada optaba hace escasos días por interponer una querella por la vía penal contra los copresidentes de la láctea por ocupación ilegal . Fuentes de Proactiva han afirmado a varios medios de comunicación que el contrato de alquiler que se suscribió con Clesa y el de ésta con Cacaolat están vencidos y no desean renovarlos.

Desde Cacaolat, afirman considerarse observadores colaterales, "esto es una pelea jurídica entre dos empresas, Clesa y Proactiva, y un debate entre dos administraciones concursales. Cacaolat está de paso y lo que queremos es explotar pacíficamente lo que el juez nos adjudicó, la unidad productiva de Cacaolat, hasta que esté lista nuestra planta de Santa Coloma." La compañía está sorprendida por la resolución y manifiesta que su ejecución “provisional” es contraproducente e imposible porque obligaría a la empresa a parar y desmontar la maquinaria, y eso es irreversible. La resolución está por tanto recurrida y lo tendrá que decidir el juez. En la planta de Pujades trabajan actualmente 400 personas .