Danone cerrará sus instalaciones productivas de Sevilla a finales de 2013 y trasladará su producción a las plantas de Aldaya (Valencia) y, en menor medida, a Tres Cantos (Madrid). Con 40 años de vida, la factoría sevillana da empleo actualmente a 85 personas y en el último año alcanzó una producción de 45.000 t multiproducto, lo que la sitúa como la planta del grupo con menor volumen de producción en España. La multinacional da inicio ahora a un período de diálogo con los sindicatos para trasladar a los representantes de los trabajadores su compromiso de garantía de empleo para la totalidad de la plantilla. Una vez que cese actividad en Sevilla, la red fabril de Danone en España quedará integrada por las instalaciones de Parets del Valles (Barcelona), Tres Cantos (Madrid), Tenerife, Salas (Asturias) y Aldaya (Valencia).
Por otro lado, Danone anuncia en el comunicado emitido ayer "un cambio paulatino del modelo de toma de pedido, como consecuencia de las nuevas posibilidades tecnológicas y las tendencias en la distribución". La incorporación de dichas tecnologías a su actividad comercial, precisa Danone, "puede llegar a extenderse durante los próximos dos años". La compañía ya habría presentado este plan a los representantes de los trabajadores y al conjunto de la plantilla en España, trasladando al Comité de Empresa su compromiso para ofrecer "una solución individualizada para cada empleado, lo que incluirá la garantía de empleo para aquellos que así lo deseen".
Estas medidas se enmarcan en el plan de ajustes industriales y comerciales anunciado por la multinacional para el mercado español, señalado en reiteradas ocasiones como el el foco más importante en el “rápido deterioro en el consumo en el sur de Europa” y como el mercado que necesitaría a lo largo de 2013 mayores esfuerzos. Y es que si bien es cierto que en los últimos cuatro años la multinacional francesa no ha vuelto a alcanzar los volúmenes de facturación de 2008 -hasta 2011 acumula una pérdida de facturación del 9,7%-, ha sido durante 2012, en pleno auge de “la fiebre del precio”, cuando los consumidores han penalizando de forma más decidida a la cartera de productos del líder marquista del mercado de refrigerados lácteos, que en el año móvil cerrado en octubre de 2012 se dejaba el 44,6% y el 40,6% del terreno perdido desde 2008 en yogures y postres respectivamente, cerca de la mitad del total.







