La actividad logística es el corazón del comercio electrónico. Tener disponible el producto en el almacén y trasportarlo al destinatario final en el tiempo y forma acordados son la garantía de que el cliente satisfecho podrá repetir en el futuro. Y eso lo sabe muy bien Amazon, que realiza fortísimas inversiones en sus instalaciones logísticas e incluso desarrolla investigación propia para nuevos equipamientos. Así, en 2012, no se arrugó a la hora de desembolsar nada menos que 775 M$ en la compra de un fabricante de robots logísticos, Kyva Systems, que está utilizando para la gestión interna de mercancía en sus plataformas.
En España, Amazon no contó con infraestructura propia de almacenaje hasta 2012. Mientras en otros países europeos el e-commerce ya se había asentado firmemente, en nuestro país tardaba en hacerlo. De hecho, la sucursal española del gigante norteamericano se había creado apenas un año antes. Hasta entonces, abastecía nuestro territorio desde un centro en el sur de Francia, y mantenía un contrato con MRW para la gestión de la distribución final. Pero superada la masa crítica de compradores que hacía rentable la inversión, levantó una plataforma propia en San Fernando de Henares (Madrid), inicialmente con 24.000 m2 de superficie, que no ha dejado desde entonces de crecer en el terreno adyacente: a 32.000; 52.000; 60.000 m2… con una plantilla que ronda las 700 personas, la mitad a contrato indefinido. Y, ahora, está culminando un proyecto de ampliación hasta los 72.000 m2, coincidiendo con el lanzamiento del supermercado online. Además, tiene subcontratado un almacén de apoyo en Alovera (Guadalajara), con 32.000 m², gestionado por la compañía estadounidense XPO Logistics. Y, desde el comienzo de operaciones en España, se especula con el interés de Amazon de contar con un próximo asentamiento en Barcelona.
Para el transporte -que incluye también la opción de entrega en el mismo día-, trabaja en España a través de compañías de reparto urgente como Correos, MRW, UPS y Seur, de las que solo esta última tiene la estructura frigorífica necesaria para cuando se decida el próximo lanzamiento de Amazon Fresh. Asimismo, utiliza las redes de puntos de entrega y recogida en establecimientos comerciales que reúnen Correos, Kiala (UPS) y Celeritas. Por su parte, la propia Amazon ofrece entre sus productos un servicio de logística a otras tiendas, que permite el uso de la plataforma logística y del sistema de atención al cliente. Este servicio se puede ampliar con la posibilidad de la venta de artículos online, a través del marketplace. Y, en la actualidad, Amazon está probando en Estados Unidos el proyecto ‘Flex’, por el que serían algunos de los propios usuarios los que podrían ocuparse de la distribución de las compras a otros vecinos por áreas geográficas.
