El IV Encuentro Alimarket Soluciones de Envasado para Gran Consumo cierra su edición de 2018 con la ponencia de Alfredo Corujo, Director de Calidad e I+D del Grupo Sada, quien ha querido definir al envase como un elemento capaz de crear valor de marca y ofrecer beneficios de manera innata a los consumidores. Corujo ha querido exponer su visión desde el punto de vista de Sada, especialista en el mercado cárnico: “los que nos dedicamos a los perecederos y la V Gama tenemos unos patrones claros. El consumidor es mucho más exigente y está preocupado por temas de salud, por eliminar aditivos y tiene muy presente al medio ambiente en sus decisiones de compra. Además, necesita saber qué está comprando: mira la composición nutricional, las condiciones de almacenamiento, la caducidad, etc.”
Al igual que en otras ponencias del día de hoy, el Director de Calidad e I+D de Sada ha querido destacar la experiencia del consumidor como un factor indispensable en la planificación del producto, en especial para las nuevas generaciones que viven centradas en dispositivos móviles y en el mundo digital: “ahora tenemos que tener en cuenta los distintos segmentos generaciones, porque no es lo mismo lo que quiere un millennial que lo que quiere un senior. Hay muchas tendencias y debemos analizarlas todas y adaptarlas al producto dependiendo del target al que nos dirijamos”.
Nuevos retos muy ligados al envase
Su exposición ha estado centrada en cuatro aspectos que considera marcarán el mercado en los próximos años: la lucha contra el desperdicio alimentario, la adaptación del packaging al canal digital, la aplicación de los conceptos ligados al “Clean Label 2.0” y la agenda de la Economía Circular. En cuanto al primero, segun FAO más de 1.300 Mt de productos alimentarios son tirados a la basura cada año. Para paliar ese despilfarro, Corujo destaca las acciones que promueven desde las instituciones europeas, que ya han declarado la necesidad de introducir innovaciones como los envases inteligentes o activos para alargar la vida de los alimentos con objeto de reducir en al menos un 25% el volumen de desperdicio alimentario en Europa, lo que sería suficiente para acabar con la hambruna en el mundo. “El desperdicio de alimentos”, añade, “tiene además un gran impacto ambiental por los gases que genera el proceso de descomposición.”
En lo que respecta al e-commerce, su exposición ha destacado la necesidad de repensar todo el mundo del packaging, “empezando por el envase primario, que ha de rediseñarse para que sea más fácilmente transportable por esta vía, pero también el packaging que se empleará en el tránsito, ya que dependiendo el estado en el que llegue dejaremos una impresión en el consumidor mejor o peor”. En cuanto al “Clean Label 2.0”, Corujo ha querido destacar como, a pesar de que el cliente busca saber más sobre el producto “no lo podemos atiborrarle a información porque podemos provocar un efecto indeseado. El consumidor busca conceptos claros, sencillos y fáciles de leer.”
Al igual que el resto de ponentes, también ha habido un espacio en su charla para la economía circular y la sotenibilidad, un aspecto en el que el plástico es especialmente sensible: “el 40% del material plástico que se consume en Europa se emplea en fabricar packaging y el problema es que estamos empleados cada vez más material multicapa, que comporta más dificultades para reciclarlo”. Alfredo Corujo ha querido hacer partícipes a los ponentes de los proyectos europeos en los que participa Sada que buscan reutilizar materiales reciclados o fabricar envases biodegradables. “Son en todo caso ideas interesantes, pero habrá que ver qué es lo que se hace después con ese residuo, a qué contenedor va y cómo se gestiona, algo que ahora no está claro.”
