La cadena de distribución especializada en congelados, La Sirena, ha presentado los resultados de su último ejercicio fiscal, cerrado a 30 de abril de 2018, con mejoras en las principales partidas de su balance de situación. Las ventas de la compañía han crecido un 2,5%, alcanzando los 149,8 M€, en buena parte gracias a la apertura de 14 nuevas tiendas, que se suman a las 16 materializadas durante los dos ejercicios anteriores. Así, este plan de expansión se ha continuado desarrollando a pesar de que el ejercicio 2017-2018 "se ha seguido caracterizando por el incremento de la superficie comercial de la competencia", según señalan desde la cadena.

En paralelo a la apertura de tiendas, La Sirena ha vuelto reducir los costes de estructura de tiendas a superficie comparable, un 2,6%, dando continuidad a la implantación de medidas de mejora de eficiencia comercial y operativa inicadas en los últimos ejercicios.

Todo ello, le ha permitido incrementar un 5% el Ebitda, hasta los 8,4 M -la mejor cifra de los últimos seis años, duplicando el beneficio de 2015 (4,1 M) y continuar reduciendo su deuda financiera hasta los 13,5 M. Al mismo tiempo los recursos propios de la compañía se han reforzado con la conversión de parte del préstamo del socio único, por un importe de 6 M, a un préstamo participativo.

En pleno proceso de cambio

A nivel de negocio, La Sirena se encuentra en pleno proceso de transformación. Los cambios en su marca, en la imagen de las tiendas o la innovación y creatividad en la oferta de productos, son ejemplos de esta nueva etapa de la compañía que este año cumple 35 años.

Este proceso también ha implicado cambios en sus estructura. El pasado 3 de septiembre La Sirena nombró a Jorge Benlloch como nuevo director general de la compañía, aportando su amplia experiencia en retail, habiendo desempeñado posiciones directivas en España, Reino Unido y Méjico en empresas como Carrefour, Dixons y Organización Soriana. La llegada Jorge Benlloch ha supuesto un paso más dentro del proceso de transformación que la compañía inició hace tres años, un periodo en el que ha abordado tanto la apertura de nuevas tiendas, como el cambio de imagen de sus establecimientos y el reposicionamiento e innovación en su gama de productos.

Esta transformación es visible desde hace meses en más de 40 tiendas de La Sirena que ya lucen la nueva imagen, "un modelo más enfocado al cliente que quiere ofrecer una atractiva experiencia de compra al cliente, con un amplio surtido y creativas propuestas gastronómicas, al tiempo que trasladar los valores de calidad y variedad de siempre".

Según afirma la compañía, una de las consecuencias de estos años de crisis económica y posterior recuperación, ha sido el cambio en el comportamiento del consumidor, el cual, aunque sigue enfocado en precio, no deja de exigir calidad. "La respuesta a esta situación por parte de la compañía se traduce en una constante mejora de la competitividad de precios, ofreciendo siempre la mejor calidad-precio, combinado con una constante innovación en sus productos". Una de las iniciativas puestas en marcha que ha permitido ofrecer una mayor competitividad en precios y promociones, y que al mismo tiempo, le ha servido para conocer mejor las necesidades de sus clientes, ha sido el programa de fidelización La Sirena Club, que en cuatro años, ha conseguido llegar a más de 1,3 M de afiliados, que representan más del 70% de las ventas de la compañía. En la actualidad, La Sirena cuenta con una red de más de 250 tiendas y más de 1.000 empleados.