Hace unas semanas ya avanzábamos que había luces y sombras en la evolución del sector de la alimentación ecológica. Las sombras venían de la ralentización de este mercado, que ya se venía fraguando en 2019 y que se confirma en 2020, ahora con un escenario de cambio en los hábitos de consumo como consecuencia de la crisis sanitaria. Se rompe así una espiral de crecimientos a doble dígito, que se venía extendiendo hasta 2019 durante los últimos años. Si hace unas semanas los datos de Ecovalia y del MAPA ya vislumbraban la ralentización mencionada, ahora es IRI la que lo confirma. Según la consultora, las ventas de alimentación ecológica en retail aumentaron el pasado año un 6,3% en volumen y un 7,8% en valor, cifras mucho más modestas que las del ejercicio precedente, con subidas del 33,2% y 20,5%, respectivamente.

Por categorías, las que mostraron un mayor crecimiento en valor fueron fruta, verdura y hortalizas (+13,7 %), conservas (+12,1 %) y alimentación infantil (+10,4 %); mientras que las más perjudicadas han sido las de congelados (-19,4 %), charcutería (-4,8 %) y cocinados y precocinados (-2,5 %).

Según firma IRI en un comunicado, los retailers están acompañando este creciente interés por los productos ecológicos de gran consumo mediante el aumento del surtido en sus lineales. Así, el total de productos bío que podemos encontrar en los estantes de los supermercados ha aumentado entre 2019 y 2020 en un 6,5 %, en comparación al aumento del 2,2 % que experimentó en el año anterior. Un crecimiento que se ha concretado especialmente en las categorías de bebidas (+20,8 %), alimentación infantil (+18,9 %) y alimentación seca (+6,7 %).

En lo que respecta a la innovación, según IRI, durante 2020 los cinco segmentos con mayor número de lanzamientos han incluido novedades en la línea eco, destacando en bebidas refrescantes,sopas, caldos y purés, alimentación infantil, comida vegetariana y derivados lácteos.