La empresa de reparto de comida a domicilio Glovo anunció el pasado lunes que prescindirá de 250 trabajadores, el 6,5% de su plantilla a nivel mundial, que asciende a cerca de 4.000 empleados. El recorte afectará principalmente a la sede de la compañía en Barcelona y a las áreas de soporte comercial, contratación y datos. No se verán afectados los mensajeros, repartidores, ni empleados de primera línea.

En el caso de España se iniciará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), si bien los despidos no se limitarán a este país y pueden afectar a trabajadores de Glovo en hasta 25 países.

En un mensaje enviado a toda la plantilla, Óscar Pierre, el consejero delegado y cofundador de la firma lamenta esta decisión pero la califica de necesaria. Pierre reconoce que este recorte no estaba en los planes de la compañía hace seis meses. "Hemos tratado de evitar los despidos a toda costa mediante la evaluación de varios escenarios o la reducción de costos durante los últimos nueve meses", explica. "Desde que comenzamos en 2015, Glovo ha experimentado un crecimiento anual de tres o dos dígitos. Cuando creces tan rápido, es necesario escalar el equipo lo más rápido posible para hacer frente a la situación. Y aunque siempre hemos sido frugales en nuestros gastos y en la forma en que administramos nuestros costos operativos, nuestro rápido crecimiento en consecuencia creó ineficiencias en nuestras operaciones", admite.

Glovo asegura que detectó el problema a principios de 2022, y que intentó corregirlo a lo largo del año. De hecho, sus previsiones eran optimistas para 2023, hasta que el pasado mes de octubre la compañía comenzó a percibir una desaceleración en sus tasas de crecimiento, situación que afectó en general a toda la industria de delivery, impactada por la situación macroeconómica, con tasas de interés e inflación en aumento, que ha reducido el poder adquisitivo de los consumidores y, en consecuencia, ha provocado una contracción de la demanda y una disminución de la frecuencia de pedidos.

No obstante, Pierre se muestra optimista con respecto al futuro del sector. "Nuestra industria tiene un futuro brillante. Nuestra plataforma ha cambiado los hábitos de consumo de millones de usuarios y ha digitalizado a más de 100.000 pequeños negocios, y aún queda mucho por crecer. La entrega de alimentos se encuentra en una etapa muy incipiente en todos nuestros mercados, con muchas oportunidades para una mayor penetración y frecuencia. No me sorprendería ver que los pedidos de alimentación crezcan más de 10 veces antes del final de esta década. Además, solo estamos arañando una pequeña parte de cuota en muchas categorías de nuestro mercado, como comestibles, venta minorista o farmacéutica, y en oportunidades adyacentes como publicidad, gas y fintech. Creo que la escala de nuestra plataforma desbloqueará muchas oportunidades para aumentar la propuesta de valor", añade.

Con todo, Glovo espera crecer dos dígitos en 2023. En España se estima que la empresa de delivery habría facturado más de 150 M en 2021 -último dato disponible-, con pérdidas de 50 M en 2020, según los datos del Registro Mercantil.

Ola de despidos en las tecnológicas

El anuncio de Glovo se une a una ola de despidos en el sector tecnológico. Muchas compañías se sobredimensionaron ante la euforia de bonanza del comercio electrónico durante la pandemia y han tenido que reestructurarse ante una nueva situación macroeconómica que ha truncado sus expectativas de crecimiento y que hace difícil hacer planes a futuro en un contexto de incertidumbre. En el segmento de Qcommerce o comercio ultrarrápido de entrega a domicilio, uno de los que más ha sufrido esta situación, solo en el último año los despidos han afectado a trabajadores de Getir, Gopuff ( abandonó el mercado español en septiembre ) o Gorillas ( cesó operaciones en España en noviembre y fue comprada por Getir en diciembre del pasado año ).

El pasado mes de enero, también el gigante del comercio electrónico Amazon anunció que despedirá a más de 18.000 empleados, la mayor parte del departamento de recursos humanos, esto es, al 1,2% de su plantilla a nivel mundial.

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