La falta de tesorería, motivada por la situación de crisis generalizada de la economía en general y de la citricultura valenciana en particular, además del retraso en el cobro de las ayudas de la Administración -que sufragan la mayor parte de los costes-, ha llevado a la Interprofesional Citrícola Española, Intercitrus, a poner en marcha un p lan de reestructuración para contener el gasto. Este plan contempla el cierre de su sede operativa, establecida en la calle de la Paz de Valencia. Respecto a su reubicación, la organización contempla que su domicilio tenga un carácter rotatorio en el futuro, ocupando parte de las dependencias de la organización que ejerza la presidencia cada año. Asimismo, en los últimos años Intercitrus ha reducido paulatinamente su plantilla, que ha quedado fijada en dos trabajadores -frente a los 8 con los que llegó a contar- y ha disminuido sus actividades, entre ellas, la campaña de consumo de cítricos que cada año ponía en marcha y que para la campaña 2011/2012 ha sido suspendida.

El objetivo de Intercitrus es poder salvar la actual situación económica y continuar con su actividad, con el seguimiento de la campaña, de la evolución de los precios o la participación en las negociaciones que se lleven a cabo en el seno del sector, entre otras. Así lo ha indicado el actual presidente de la organización, Felipe Juan Narbón, ya que "a través de este plan de ajuste se busca poder preservar el funcionamiento y el mantenimiento de Intercitrus de cara al futuro". La interprofesional decidirá las medidas a tomar en la asamblea extraordinaria convocada para el próximo 12 de diciembre.