La anchoa capturada en el Cantábrico podría tener próximamente nuevos sellos que certificaran su procedencia y trazabilidad. Los gobiernos de las regiones ubicadas en la costa cántabra ultiman la implantación de una Indicación Geográfica Protegida (IGP) Anchoa del Caladero Cantábrico, mientras que la Consejería de Ganadería, Pesca y Desarrollo rural del Gobierno de Cantabria ha dado a conocer que trabaja en la creación de un sello de 'Calidad Controlada' para la anchoa capturada en aguas del Cantábrico y que es fileteada, elaborada y envasada en la región.
Estas iniciativas se suman a la que puso en marcha el pasado año la Asociación de Conserveros Artesanos de la Costa Vasca, que creó el distintivo Marca de Garantía Anchoa del Cantábrico del País Vasco con el objeto de certificar el origen de la anchoa, asegurando al consumidor que el producto es 100% anchoa del mar Cantábrico capturada en la Campaña de Primavera, y que ha sido tratada según los métodos tradicionales de las conserveras de la Costa Vasca.
Todas estas acciones se encuadran en los planes para defender a la anchoa del Cantábrico frente a la competencia desleal e impulsar el nivel de actividad que genera, muy debilitada por la veda que sufrió su pesca en el Golfo de Vizcaya entre 2005 y 2009 con el objeto de lograr la regeneración de la especie. En 2010 se abrió de nuevo este espacio para la realización de capturas, si bien en esta campaña no se logró alcanzar el volumen máximo de capturas permitidas de anchoa y bocarte, situado en 15.600 t. Para la campaña que arrancó en junio de 2011, el Total Admisible de Capturas (TAC) establecido por la Unión Europea fue elevado hasta las 29.700 t, de acuerdo a los datos que confirmaban el buen estado del caladero cántabro, con una biomasa estimada de 98.450 t.
La anchoa en conserva y semiconserva representa el 3,73% del negocio nacional conservero, según datos de la patronal Anfaco-Cecopesca correspondientes a 2011. Su producción se elevó el pasado año un 1,20% en volumen (13.401 t) y se revalorizó un 2,9% (93,5%), tras crecer su precio medio un 1,7%. El aumento de las capturas en la costa cántabra empujo las exportaciones de este producto, que crecieron el pasado año un 35,6% en volumen (7.918 t) y un 21,9% en valor (39,3 M€).
