El consejo de administración de Abengoa ha aprobado el plan de viabilidad propuesto por el grupo en el que define la actividad futura de Abengoa. En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el grupo señala que el consejo ha estudiado este plan, elaborado por la consultoría Álvarez & Marsal, que pretende hacer al grupo operativo "de forma competitiva y sostenible en el futuro" y pasa por concentrarse en las actividades de ingeniería y construcción con tecnología propia o de terceros, según detalla el comunicado, que obvia las áreas de infraestructuras de tipo concesional y bioenergía. El documento, estudiado durante más de seis horas por el consejo del grupo, "confirma que Abengoa continuará siendo una compañía viable y rentable", ha apuntado la firma en un comunicado. El grupo deberá ahora negociar con sus acreedores una reestructuración de la deuda y los recursos necesarios para continuar su actividad, tal y como se indica en el escrito.
En concreto, el plan se desarrollaría durante cinco años y buscaría como primer objetivo reducir la deuda corporativa del grupo desde los 8.900 M€ actuales hasta el los 3.000 o 4.000 M . Asimismo, prevé la desinversión por unos 1.500 M , repartidos entre activos y negocios no considerados "prioritarios", como por ejemplo la producción de biodiésel, y el abandono de proyectos. En este sentido, el grupo se verá obligado a reducir su presencia en mercados internacionales como Brasil, Colombia, Costa Rica o Turquía, aunque mantendrá su apuesta por otros como Chile, Perú, Uruguay, México o Sudáfrica. En consecuencia, el grupo disminuirá considerablemente su tamaño. Así, sus ventas caerán alrededor de un 60% , unos 4.290 M respecto a los 7.150 M con que cerró 2014, mientras su Ebitda se rebajará un 50% , hasta unos 700 M anuales. Además, el grupo continuará con el ajuste laboral que inició en diciembre e implementará una reducción salarial para la plantilla restante. Por otro lado, Abengoa ha frenado la búsqueda de un socio industrial para centrarse en un propia viabilidad, aunque dará entrada a otro accionista de control como resultado de la capitalización de deuda, que contará con un porcentaje de entre el 5% y el 10%.
El grupo deberá conseguir ahora el respaldo de la banca a este plan y reestructurar su pasivo antes de que finalice el plazo que le otorga el preconcurso. Así, las negociaciones tendrán que cerrarse antes del 28 de marzo para evitar el fallido . Entretanto y para hacer frente a sus obligaciones, Abengoa necesitará liquidez, para lo que también está negociando con los fondos de inversión tenedores de sus bonos una línea de liquidez de entre 150 y 170 M€ , que se sumaría a la que desembolsaron sus entidades financieras en diciembre por valor de 113 M.