Interés en otros mercados
En lo que sí se parece al resto de sectores de final de línea es la capacidad de convivencia entre multinacionales y pymes 100% españolas. La diferencia entre unas y otras, más allá de cuestiones tecnológicas muy puntuales, radica sobre todo en la capacidad de exportación. Tradicionalmente, los grupos multinacionales han empleado sus filiales en España para comercializar sus productos en nuestro país y, además, especializar su actividad productiva en algún campo en concreto. Así, firmas como M.J. MAILLIS, que desde hace un par de años tiene en su planta española una tercera línea de producción de fleje de PP para cubrir la demanda nacional y de otras filiales, o CYKLOP STRAPESA, que elevó en 2008 su capacidad productiva de fleje de PP con el mismo objetivo, son dos buenos ejemplos de esta práctica.
Pese a no contar con una estructura tan potente para formalizar las ventas exteriores, las empresas nacionales también han orientado poco a poco sus estrategias comerciales hacia otros países, en especial, de la Unión Europea. Una actividad ésta que ya tienen afianzada y con previsión de crecimiento empresas como SISTEMAS DE EMBALAJE SORSA, la principal compañía de este sector, PLASTICBAND, SABAU STRAPPING o COMOSA STRAPP, firmas que, como mínimo, ya obtienen un meritorio 10% de sus ingresos por este concepto. En este capítulo cabe destacar a la barcelonesa REISOPACK, que desde finales de 2008 cuenta con dos nuevas oficinas comerciales situadas en Orleans (Francia) y Rotterdam (Holanda), a las que se suma la que tiene abierta desde hace unos años en Quebec (Canadá).







