Walki y Rovema han desarrollado de forma conjunta una nueva solución para ayudar a los propietarios de marcas de dulces y golosinas a pasar de las bolsas de plástico a los envases de papel. Estos envases, que suelen ir colgadas en ganchos metálicos en los supermercados, suelen ser de plástico porque las bolsas de papel no pueden soportar el peso del producto.
"Hasta ahora, las bolsas de papel no eran lo bastante resistentes para evitar que se rompieran al perforarlas, y ésta ha sido la razón por la que sólo un número muy reducido de propietarios de marcas de confitería ha hecho la transición del film al papel", afirma Andreas Rothschink, Director de Desarrollo de Producto y Servicio Técnico, Envases de Consumo (Área de Negocio) del Grupo Walki.
"Llevábamos mucho tiempo pensando en distintas soluciones para las bolsas eurohole reforzadas. Sabíamos que podía funcionar en nuestras máquinas, pero necesitábamos encontrar al socio adecuado", explica Nadja Richter, responsable de comunicación y marketing del fabricante de máquinas de envasado Rovema.
Para desarrollar esta solución, la idea de Walki fue aplicar una tira adicional en la zona por encima del euroagujero. La tira de doble capa es invisible para los consumidores, pero funciona como cinturón de seguridad para la bolsa de papel. Por razones de producción, es importante asegurarse de que la transición del plástico al papel no suponga menos producción ni ningún otro inconveniente para los propietarios de marcas, por ello, Rovema puede adaptar sus máquinas a las bolsas de papel sin perder velocidad de producción. La bolsa también puede utilizarse en segmentos no alimentarios para materiales de ferretería doméstica, como tornillos, o para juguetes.
No es el único desarrollo conjunto entre ambas empresas. Recientemente, Walki creaba junto a Rovema una bolsa de aperitivos fácil de abrir, en monomaterial de polietileno, por lo que resulta también más fácil de reciclar. El material tenía que ser sostenible y eficiente en el uso de los recursos, con una perforación de fácil apertura. Se eligió el PE, "ya que los aperitivos como los frutos secos recubiertos de chocolate o las gominolas de gelatina suelen tener un contenido graso y, por tanto, requieren buenas propiedades de barrera" y al ser un envase monomaterial, puede reciclarse en el flujo de plásticos. "El láser y las láminas de PE especialmente formuladas permiten un desgarro controlado. La bolsa se construye con un laminado de una lámina de MDO-PE y una nueva lámina desarrollada a base de LDPE", explicaba Rothschink.
La empresa alemana Rovema opera en la Península Ibérica a través de la filial Rovema Spain & Portugal, con sede en Sabadell (Barcelona), una plantilla de 8 trabajadores y unas ventas en 2022 que, según datos de la propia compañía, ascendieron a los 5 M€, frente a los cerca de 3 M con que cerró 2021. Por su parte, el grupo Walki está presente en España a través de la transformadora de productos plásticos Plasbel Plásticos (Walki Plasbel), de Alcantarilla (Murcia), que logró en 2022 unos ingresos de 105,6 M€, un 11,8% más, con exportaciones de 19,27 M, un 25,7% superiores, y una fuerza productiva compuesta por 356 empleados.
