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Meliá Hotels International reduce en 2020 sus ingresos un 70,7%, hasta 528,4 M, y registra pérdidas récord de 425,9 M

Espera primero la recuperación del segmento vacacional de corta distancia y al Caribe, condicionada al proceso de vacunación

Meliá Hotels International reduce en 2020 sus ingresos un 70,7%, hasta 528,4 M, y registra pérdidas récord de 425,9 M

La sociedad Meliá Hotels International obtuvo unos ingresos de 528,4 M€ en 2020, lo que representa un descenso del 70,7% sobre los 1.800,75 M€ del ejercicio anterior, y registró unas pérdidas récord de 425,9 M€ (sin incluir los deterioros), frente a los beneficios previos de 121,7 M€. Tal como explica la compañía, estos resultados "confirman la gravedad del impacto de la pandemia Covid-19 sobre las empresas turísticas, haciendo imposible su comparativa con ejercicios precedentes". No obstante, justifica que "la anticipación mostrada por el grupo y su eficaz gestión de contingencia han permitido, sin embargo, mitigar los peores impactos de la crisis, al atenuar la caída del ebitda (-151,5 M€ frente a los 477,9 M€ del año anterior), mediante un estricto control y reducción de los gastos de explotación, ahorro que alcanzó el 50,6% para todo el 2020. Adicionalmente, la compañía obtuvo un ahorro de 37 M€ entre condonación y aplazamientos en alquileres, gracias a la negociación con las propiedades". El operador confirma que "la tendencia positiva del 2019 se mantuvo durante los dos primeros meses del año, truncándose a partir de marzo ante la mayor crisis sanitaria, económica y social nunca vista en tiempos de paz". En conjunto, la ocupación media registrada en 2020 por la compañía fue del 34,9%, sobre un portfolio medio de hoteles abiertos en el ejercicio del 46%. Su catálogo hotelero concluyó 2020 con un total de 324 establecimientos y 84,793 unidades alojativas, frente a los 326 y 83.778 ud aloj. de 2019. Por tipo de operativa sobre habitaciones, se reparte entre gestión (45,5%), propiedad (21,3%), alquiler (15,4%) y franquicia (13%), así como el 4,8% que suponen los 'Tryp' explotados para Wyndham.

Según Gabriel Escarrer, vicepresidente ejecutivo y consejero delegado, "2020 no se parece a nada que hayamos conocido en nuestros 65 años de historia; no hay comparable posible. Tras alcanzar en 2019 unos resultados positivos y mantener la misma tendencia durante los dos primeros meses de 2020, la aparición de la pandemia a partir del mes de marzo dejó la actividad turística en un estado de práctica hibernación. Nuestra reacción ante el desplome global de la demanda fue la mejor de las posibles: por una parte, lanzar un exigente plan de contingencia para aumentar nuestra resiliencia y proteger nuestras personas, nuestros clientes y nuestra liquidez, apoyando además a la sociedad en la lucha contra la pandemia; por otra, revisar nuestra estrategia para anticipar las tendencias, resetearnos y aquilatar nuestras fortalezas y nuestra preparación para el entorno post-Covid. Los resultados de 2020 nos muestran cómo, a pesar de la importante pérdida de valor producida, hemos conseguido atenuar los peores impactos de la pandemia, tanto en el plano financiero, como en el operativo y el de las personas, haciendo valer nuestras grandes fortalezas y maximizando nuestra capacidad para aprovechar la fuerte recuperación que, según los datos más recientes, podría emprender el sector del turismo -y muy especialmente el segmento vacacional- en el segundo o tercer trimestre del año, a medida que se vaya normalizando la situación sanitaria".

Fortalezas del negocio

La compañía busca afianzarse, con vistas a la recuperación, especialmente en el negocio vacacional (que representa el 60% de sus hoteles y genera el 70% del beneficio operativo del grupo), segmento que, según todas las estimaciones sobre la demanda, se recuperará antes que el de los hoteles urbanos. Apoyado en la demanda contenida de españoles, británicos, alemanes y franceses, el segmento vacacional de sol y playa sería el primero en recuperarse para España y otros destinos de corta y media distancia, como parece indicar la respuesta de un mercado como Reino Unido ante el anuncio de la próxima apertura de sus fronteras. Los viajes de larga distancia tardarán unos meses más en recuperarse, al igual que los hoteles urbanos, muy sustentados en la demanda de negocios y MICE, que serán los más afectados a corto plazo.

La digitalización se consolida como una gran ventaja competitiva, generando el canal melia.com más del 51% de las ventas del grupo durante los meses de pandemia (abril a diciembre), y con un 83% de los ingresos totales del canal realizados por clientes de su programa de fidelización, 'Melia Rewards'. Ello le permitió también adecuarse de manera flexible a la demanda y mantener su apuesta por preservar la tarifa media, un esfuerzo que se refleja en la evolución del revpar (ingreso medio por habitación disponible), cuya caída se atribuye en más de un 80% al descenso de ocupación debido a la Covid, y en mucha menor medida, a la bajada de precio. Esta fortaleza digital, con un Sistema Central de Reservas (CRS) y un Channel Manager con más de 15 canales integrados, le han permitido reforzar esta línea de negocio, siendo el último ejemplo de ello la firma de un acuerdo de servicios de plataforma tecnológica de distribución con el grupo hotelero español Paradores.

Asegurar la liquidez suficiente para afrontar con tranquilidad los meses venideros ha continuado siendo una prioridad para Meliá, si bien esto ha supuesto un incremento de deuda de 662,7 M€ durante 2020, situándola en un total de 1.255 M€. La compañía finaliza el año 2020 con una liquidez de 316 M€, incluyendo la tesorería y las líneas de crédito no dispuestas. Cabe destacar que, de los 43 hoteles que tiene en propiedad la compañía, tan sólo 10 hoteles (representando un valor de 875 M€, frente a los 3.758 M€ fijados por la última valoración realizada por Jones Lang Lasalle en 2018) tienen alguna hipoteca. Dichos préstamos hipotecarios, que ascienden a 260 M€, representan tan solo un 7% del valor total de los activos en propiedad. Adicionalmente, la compañía continúa explorando otras vías adicionales para obtener liquidez y, en su caso, reducir deuda, hasta que se logre la recuperación de los ingresos, como podría ser la venta de algunos activos.

El compromiso con la sostenibilidad, fortalecido durante las difíciles circunstancias vividas en 2020, ha permitido a Meliá Hotels International ser reconocida por tercer año consecutivo, como una de las compañías hoteleras líderes en sostenibilidad a nivel mundial, ocupando la segunda posición en la industria turística global en el 2020 Corporate Sustainability Assessment, una evaluación realizada por S&P Global anualmente y que ha distinguido a la compañía en la categoría de Silver Class en su Anuario de Sostenibilidad 2021. Entre los hitos más destacados en materia social, la compañía cedió 17 hoteles para su medicalización o alojamiento de colectivos esenciales contra la Covid, donando productos y servicios por importe de 4,9 M€. En materia laboral centró sus esfuerzos en preservar al máximo posible el empleo, el bienestar y la seguridad de sus empleados, y potenciar el teletrabajo, la formación on-line (con más de 500.000 horas de formación impartidas) y el trabajo colaborativo. En el área medioambiental, la compañía continuó avanzando en la integración de la sostenibilidad en la gestión, reduciendo más de un 50% sus emisiones e incrementando el portfolio dotado de suministro de energía verde hasta el 61% (+12 puntos) y el porcentaje de residuos reciclados hasta el 61,5% (+4,8 pp). La compañía estima en 11 M€ la inversión realizada contra el cambio climático en el año 2020.

Las anteriores fortalezas, unidas a la estrategia de marcas impulsada durante los últimos años y al sistema de gestión perfeccionado por la compañía posicionan favorablemente a Meliá para abordar un crecimiento orgánico significativo en los próximos meses, al configurarse como un “puerto seguro” para pequeños grupos y hoteles independientes a los que puedan aportar con una gran capacidad comercial y digital, marcas, sistemas, una importante base de clientes fidelizados y ventajas de escala ante el competitivo entorno post Covid. En esta línea, Meliá ha relanzado su modelo de franquicias y creado el nuevo sello de calidad Affiliated by Meliá, con los que espera responder a las necesidades del entorno post-Covid, al tiempo que avanzar en una expansión selectiva y estratégica. Con referencia al pipeline actual, después de las contingencias y retrasos en la apertura de algunos hoteles debidas a la Covid, la compañía está preparada para anticipar la apertura de hoteles en importantes capitales europeas, como el 'ME Barcelona', el 'Innside Ámsterdam', los 'Innside Luxemburgo', 'Innside Liverpool' e 'Innside Newcastle', o el 'Meliá Frankfurt', si la activación de la demanda lo permite. Para todo el 2021, la compañía tiene prevista la apertura de 15 nuevos hoteles, un 40% de los cuales se concentra en las zonas de China y el Sudeste Asiático, acreditando que la apuesta del grupo por el crecimiento en esta importante región del mundo continua con más fuerza que nunca.

Evolución y expectativas por áreas geográficas

Dado el carácter global de la pandemia, la crisis ha impactado con dureza en la práctica totalidad de las áreas en las que Meliá se encuentra presente, con la excepción de China, donde una vez superadas las fuertes restricciones iniciales, la demanda interior ha permitido una recuperación de niveles de reservas prácticamente similares a los anteriores de la pandemia, que se mantendrán siempre que la Covid-19 continúe bajo control en dicho país. Aunque los destinos más dependientes de los viajeros internacionales han sido los más seriamente afectados, las restricciones afectaron también a la demanda doméstica. En todas las regiones, la compañía continuó implementando estrategias para generar demanda a corto y largo plazo. Si bien las actuales perspectivas auguran una reactivación del mercado cuyo inicio apunta a lo largo del segundo trimestre del año y con despegue en el tercero especialmente en los hoteles vacacionales, ello estará absolutamente condicionado tanto a las campañas de vacunación en los países emisores y los destinos, así como a los tratamientos médicos y una eficiente coordinación de sistemas de control y configuración de “corredores seguros” u otras alternativas similares para incentivar el turismo entre mercados emisores y destinos.

La compañía registra en el primer trimestre una positiva evolución de las reservas en el Caribe, que podría anticipar un verano de cierta normalidad en destinos como México y la República Dominicana, país que podría beneficiarse además del fuerte impulso y las positivas medidas adoptadas por el Gobierno para la recuperación del turismo con seguridad. La reacción de Meliá al ofrecer pruebas gratuitas de antígenos a los clientes, junto con un completo seguro Covid, añadido todo ello a la garantía del programa Stay Safe With Meliá, le permitió atenuar el impacto que supuso el cierre de fronteras en Canadá y la exigencia de pruebas de antígenos a los viajeros que regresaran a los Estados Unidos. Además, la positiva evolución de la campaña de vacunación en Estados Unidos (principal mercado emisor para los hoteles de Meliá en el Caribe), de forma similar a la evolución en el Reino Unido (principal emisor para los hoteles europeos), apuntan hacia una progresiva reanudación de la movilidad a partir del mes de mayo. Por otra parte, las búsquedas de viajes hacia el Caribe registran en febrero un nivel superior al registrado el mismo periodo del año pasado, cuando aún no se había declarado la pandemia a nivel global, confirmando una tendencia positiva para los destinos del Caribe. En general, se prevé que la recuperación del segmento vacacional -en el que la compañía concentra el 60% de sus habitaciones ( la mayoría en régimen de propiedad y gestión)- será más rápida debido a que la crisis, aunque profunda, tiene un carácter coyuntural, permaneciendo casi intacta la demanda embalsada, mientras en el segmento urbano el impacto del Covid es más estructural, al producirse un cambio de paradigma en el viaje corporativo y de negocios, por lo que los hoteles de las capitales europeas podrían tardar al menos dos años en recuperarse.

Para Gabriel Escarrer, "seguimos sin tener una bola de cristal para predecir el momento exacto en que se reactivará la demanda turística, pero la respuesta del mercado en crisis pasadas y la reciente evolución en China, confirman nuestros datos sobre la fortaleza de la demanda actualmente latente. De este modo, confío en que lo peor puede haber ya pasado, y que podremos tener una positiva temporada de verano, siempre y cuando los programas de vacunación y tratamientos continúen ampliando su eficacia en el control de la pandemia. Mientras tanto, seguiremos trabajando en las líneas de digitalización, reorganización interna hacia un modelo más digital y eficiente, y en luchar por seguir asegurando la liquidez de la compañía".



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