Imaginarium cerró su último ejercicio fiscal el pasado 31 de enero con una cifra neta de negocio consolidada de 84,27 M€, un 15% inferior a la correspondiente en 2015, siguiendo las previsiones que ya había hecho públicas antes de cerrar este último periodo económico. Dicho descenso de facturación es consecuencia en su mayor parte, tal como anunció, del plan de cierre de determinadas unidades de negocio o tiendas con baja rentabilidad, a lo que se suma el mantenimiento de comportamientos negativos de algunos mercados, "alejados de las estimaciones realizadas al inicio del ejercicio" (como es el caso de España e Italia).

El resultado operativo del grupo se situó en 813.000 € (frente a 2,5 M en 2015), al tiempo que el resultado neto fue de 18,7 M negativos (afectado, de forma extraordinaria, por las medidas de reestructuración acometidas, especialmente a nivel internacional). Durante el periodo, el plan de eficiencia y ahorro de costes que Imaginarium acomete desde 2015 posibilitó una reducción de costes totales operativos de 7 M€, que representan un 55% sobre la facturación. Por último, la deuda financiera neta al cierre del ejercicio fue de 32,03 M€.

En cuanto a su red minorista, el grupo cerró el año fiscal con un total de 345 unidades y una reducción neta de 38 puntos de venta, de los que 22 procedieron del mercado español (hasta 124 establecimientos) y otros 16 del exterior (hasta 221). En términos generales, 144 jugueterías eran propias, y 201 se explotaban en régimen de franquicia.

Recordemos que Imaginarium negocia actualmente la entrada de inversores interesados en aportar fondos dentro del proceso de reestructuración que acomete, derivado de su compleja situación financiera. En concreto, según el último anuncio realizados por el grupo, que cotiza en el Mercado Alternativo Bursátil, habría recibido una oferta vinculante por parte de un potencial inversor interesado en aportar recursos suficientes para reequilibrar la situación patrimonial y acometer su Plan de Negocio. Dicha oferta está vinculada a las negociaciones que se mantienen de forma paralela con los acreedores financieros.