Aspel, la Asociación Profesional de Empresas de Limpieza, maneja previsiones optimistas para este año. En concreto, la facturación global del sector podría crecer hasta el 2%. En rueda de prensa celebrada hoy, su presidente Juan Díez de los Ríos ha subrayado la creación a lo largo de 2017 de 18.503 nuevos empleos, situando el dato en 358.307, "la mejor cifra -asegura- de los últimos cinco años". Los organismos públicos, centros docentes y hospitalarios, así como las grandes compañías de servicios e industriales fueron en el último año los principales clientes de este sector formado por 17.444 empresas en España, 208 más que en 2016.
Aspel, por su parte, integra un total de 15 asociados tras la quiebra de Servimil en 2017. La facturación generada por todos ellos -Clece, ISS, Ferrovial Servicios, Eulen y Acciona, entre otros- alcanzó en el último año 2.401,52 M€ frente a los 2.439,46 M de 2016. La pérdida del citado socio explica cerca de la mitad de la caída experimentada del 1,6%, mientras que el resto se debió al menor número de contrataciones en la Administración Pública. En este sentido, precisamente, Juan Diez ha destacado la importancia de la nueva Ley de Contratación Pública -en vigor desde el pasado mes de marzo- que prohibe establecer precios por debajo del coste laboral, respetando al máximo los convenios colectivos. En este contexto, la patronal prevé que el mercado público se recupere.
Paralelamente también, Aspel ha aplaudido la reducción de la morosidad. Así, la deuda vencida con las empresas integrantes de la patronal fue de 349,5 M en 2017, un 14,3% menos con respecto al año anterior. Aun asi, añaden, "tanto Estado, como comunidades autónomas y ayuntamientos siguen sin cumplir con el plazo de pago a proveedores y las compañías continúan esperando hasta tres meses para cobrar sus facturas".
Otro de los asuntos abordados, cuya causa y solución siguen sin tener respuesta, es el del absentismo laboral. "Desde 2009 a 2017 -aseguran- la incidencia media mensual del absentismo en el sector de limpieza fue un 44% superior a la del total de sectores, sobre todo en el último ejercicio. A pesar de la recuperación económica iniciada en 2013, el porcentaje de trabajadores que no acudió ningún día del año al trabajo ha ido ascendiendo desde los más de 14.000 de ese año a los casi 23.000 de 2017, lo que supone un incremento del 62%. La duración media de las bajas por contingencias comunes fue de 54,29 días por proceso finalizado, frente a los 40,72 días del total de sectores".
