La firma de servicios ISS, que opera en España a través de una filial, ha reorientado su plan estratégico con los objetivos de incrementar el valor añadido que ofrece a los clientes y potenciar su posicionamiento. Por ello, ha trazado una hoja de ruta para los próximos años, basada -conforme explica la compañía- en la concentración de segmentos clave, una "profunda" inversión en tecnología y la implantación de un nuevo modelo operativo que está alineado internacionalmente con el resto del grupo.
Así, tanto la operatividad como la estructura organizativa han pasado a desarrollarse de forma internacional, con la finalidad de priorizar la relación con los grandes clientes y la prestación integral de servicios (Integrated Facility Services). Esta iniciativa también ha derivado en la agrupación de su actividad en torno a las áreas de limpieza, workplace, restauración y servicios técnicos, mientras que subcontratará otras funciones con el propósito de reducir sus costes.
Además, otro de los factores estratégicos de ISS pasa por convertir la compañía en una referencia tecnológica dentro del ámbito del Facility Management, por lo que ha creado la figura del Director de Información y Digital (CDIO), que se unirá al comité de dirección del grupo y se dedicará a emprender un "ambicioso programa de inversiones" para captar y explotar al máximo el data y los insights "como ventajas claras competitivas". Todo ello se organizará desde un hub de innovación que la matriz danesa ha puesto en marcha en Varsovia (Polonia).
Salida de Portugal
Por otro lado, ISS ha realizado cambios en su cúpula para llevar a cabo la nueva hoja de ruta. En concreto, ha incorporado a Kasper Fangel, como director Financiero global, y Pierre-François Riolacci, como CEO de Europa, que han pasado a formar parte de la dirección del grupo junto al CEO, Jacob Araup-Andersen. Precisamente, una de las primeras medidas tomadas por el nuevo mando ha sido salir de Portugal, entre otros países, para centrarse en "mercados prioritarios".
De hecho, esta decisión ha repercutido en su filial en la Península Ibérica, que ha pasado a llamarse ISS España. La sociedad cerró el ejercicio 2020 con una caída en las ventas del 5,7% interanual, hasta registrar 617,3 M€, donde la limpieza creció un 4,8% en relación al ciclo de facturación anterior, tras anotar 413 M€ en ese periodo, lo a que su vez supuso el 67% de la cifra de negocios. Mientras, otras áreas como servicios técnicos o IFS mantuvieron sus ingresos.
