Pese a la todavía delicada situación económica de nuestro país, el sector de restauración colectiva consiguió incrementar ligeramente sus ingresos conjuntos en 2012, hasta sumar una facturación cercana a los 2.500 M€, según los datos de 42 especialistas del sector analizados por SANImarket. El crecimiento se apoyó sobre todo en la evolución de los principales grupos que, año a año, siguen arañando cuota de mercado, ya sea a través del crecimiento orgánico o mediante adquisiciones.
Grandes y pequeños pelearon por conseguir nuevos contratos y mantenerse en un mercado donde la tendencia a la baja de los precios sigue siendo una constante, que beneficia a los grandes operadores quienes, con sus volúmenes de compra, pueden adquirir los productos a precios más competitivos. Así las cosas, diversificar la oferta hasta convertirse en un proveedor único se ha convertido en la clave para mantenerse.
Durante 2012-2013 los principales grupos han participado de importantes operaciones de compra-venta. La más sonada fue la puesta en venta de la división de colectividades del Grupo Arturo Cantoblanco, por la que pujó primero Serunión y posteriormente Mediterránea de Catering, sin que finalmente cristalizase ninguno de los acuerdos. En paralelo, Serunión consolidaba en 2012 la integración del grupo Alessa, adquirido en octubre de 2011. Además, la francesa Elior recuperaba el control del 100% del grupo, al adquirir a la familia Torrelles, fundadora de Alessa, la participación minoritaria que se le había otorgado en 2011 en Serunión, a cambio de integrar Alessa. También el grupo vasco Ausolan se hacía con las especialistas, Igmo y Cuinats Cecoc, reforzándose en las comunidades de Castilla y Léon y Cataluña. Por último, las dificultades económicas, retrasos en pagos y caída de la demanda llevaron a algunos operadores, como Brâssica, Hérgora Catering o, más recientemente, a Alifres a presentar concurso de acreedores.







