La coyuntura económica general y el particular contexto del sector geriátrico están teniendo consecuencias directas en el desarrollo de nuevos centros residenciales para mayores. En los últimos dos años se han paralizado hasta 150 residencias previstas en años anteriores, que habrían aportado cerca de 19.000 camas. Pero, pese a esta depuración y a las aperturas de los últimos tiempos, el sector sigue incorporando nuevas iniciativas, que permiten hablar de hasta 435 proyectos en marcha, que aportarán 40.695 camas nuevas a corto-medio plazo. De ellos, sólo el 23,45% son de promoción netamente privada, si bien, por su dimensión, representan el 34,18% de las camas. La fórmula de concesión administrativa de obra y gestión sigue ganando peso y ya representa el 16,3% de los proyectos y el 19,77% de las camas; el Tercer Sector promueve otro 7% de las nuevas residencias y,mientras, la iniciativa pública (municipal, autonómica y estatal) suma más del 50% de los centros, aunque en su mayoría tienen dimensiones menores (representan el 36,5% de las camas totales).
Pese a todo, este contexto no parece haber afectado sustancialmente a grupos como Vitalia Plus, Geriátricos Urbanos o Geriatros, que siguen sumando proyectos, en su mayoría fruto de concesiones administrativas de obra y gestión. Mientras, los tradicionales líderes Ballesol y Sanitas tienen prácticamente concluidos sus planes de expansión, pero siguen abiertos a posibles oportunidades. En el caso de Sar, la catalana consolida su integración con Mapfre Quavitae y en paralelo sigue incorporando centros promovidos por terceros, pero mantiene ralentizados los proyectos de promoción propia. Otros, como Los Nogales, Sanyres o Reifs han mantenido los centros que tenían en cartera en años anteriores. Y grupos como Caser, Geroinnova y Pro Maioren continúan reforzando sus redes.
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