Los TPV’s de última generación se han convertido en una herramienta que permite mejorar la gestión del punto de venta y el ahorro de tiempo. Además, proporcionan datos de los clientes para agilizar el proceso de toma de decisiones.
El mercado de Terminales de Punto de Venta (TPV) se mantuvo en punto muerto durante el pasado ejercicio 2013, tras haber acumulado descensos que, desde el inicio de la crisis, habrían reducido alrededor al 20% la facturación del sector. Según las diferentes fuentes consultadas para la elaboración del presente reportaje, las ventas rondaron los 160 M, que generaron en conjunto los seis principales grupos que operan en España. El peso del mercado, no obstante, recae en las dos empresas líderes, que concentran más del 80% de la facturación generada por la venta de TPV’s y accesorios.
La compañía Wincor Nixdorf es la número uno por facturación con 75,5 M en 2013. La empresa comercializa, además de terminales de punto de venta, soluciones de venta automática y cajeros automáticos, software específico de tienda y servicios profesionales. Entre sus clientes más importantes se encuentran las cadenas Mercadona, DIA, Carrefour, Lidl y Grupo Eroski, además de varias firmas del sector bancario. Está presente en 130 países, con subsidiaria en 42 de ellos, y cuenta con plantas productivas en Paderborn (Alemania), Singapur, Shanghai y Brasil. Le sigue NCR España, que obtuvo unas ventas netas de 65,5 M y que comercializa, además, productos informáticos y consumibles específicos para los sectores de la distribución y financieros. El resto del mercado, se lo reparten un ramillete de empresas tales como Datalogic Adc Limited Sucursal España (18 M)Toshiba Tec Europe Retail (13 M), Partner Tech Iberia (3 M) e IGT Microelectronics (3M). En cuanto a una posible reactivación de las ventas de TPV’s, Jose Antonio de las Heras, Managing Director de Partner Tech Iberia asegura que “se empieza a sentir ‘feeling’ de mejoría, aunque todavía hay mucha cautela en el mercado, sobre todo, en lo que compete a grandes inversiones. El cliente, durante estos últimos años, ha estado alargando el cambio de productos IT ya amortizados, pero debido a la finalización de su vida útil observamos un considerable incremento en el planteamiento de inversiones aunque la toma de decisiones de las mismas conlleva algo más de tiempo”.
Los TPV’s han pasado de ser una herramienta de pago a convertirse en auténticos ordenadores inteligentes que mejoran la gestión del punto de venta, ahorrando tiempo y mejorando procesos de negocio. Gracias a la cantidad de datos que almacenan proporcionan información muy valiosa para el retailer que, si procesa adecuadamente el conocimiento de lo que ocurre en el punto de venta, le permite agilizar la toma de decisiones y adaptarlas a la realidad de su negocio. Por ello, desde la distribución se demandan soluciones que aporten beneficio. La tecnología ofrece mejoras que pueden ser aprovechadas. Así, todo desembolso inversor apareja un retorno en forma de aumento de las ventas, mejora de gastos o reducción de márgenes. Pablo Ledesma, director de planificación de negocio y business intelligence de Telefónica, explicaba recientemente en una jornada organizada por FIAB que “los datos por sí mismos no valen nada, lo realmente valioso es lo que hagas con ellos. Se trata de descubrir qué está pasando y por qué”.