El mercado de soluciones de prevención de pérdidas movió un volumen de negocio de 170 M en 2015, marcando uno de sus mayores picos de crecimiento, tras un alza del 18,1%. Las principales tendencias e innovaciones tecnológicas se centran en mejorar el rendimiento de las tiendas, fomentar la trazabilidad y la gestión del inventario, apoyándose principalmente en la tecnología RFID y en programas de etiquetado en origen.
Para el sector de gran consumo, la pérdida desconocida supone costes de más de 1.700 M€, lo que equivale aproximadamente al 1% de la facturación de las empresas españolas, según el estudio ‘La pérdida en la gran distribución 2015’, a cargo de Aecoc y EY. Ante este escenario, la concienciación de los minoristas a favor de las políticas preventivas del hurto y la disponibilidad de la mercancía es cada vez mayor, no solo para reducir la pérdida desconocida, sino también para aumentar las ventas al garantizar una buena experiencia de compra.
En concreto, el mercado de protección del hurto en España, en el que operan seis principales empresas, movió en 2015 un volumen de negocio de 169,9 M€, lo que supone un 18,1% más. Entre los últimos movimientos empresariales, a mediados de este año, la compañía Gunnebo España, filial del holding sueco Gunnebo, absorbió a su subsidiaria Gateway Loss Prevention. Esta firma, especialista en sistemas de antihurto, fue creada en 2011 por Gunnebo para comercializar en el mercado español soluciones de prevención de pérdidas, business intelligence y experiencia de compra para el sector minorista. Con su integración, Gunnebo unifica y potencia su portfolio de productos y servicios de protección electrónica de artículos (EAS) especialmente dirigidos al retail.
Al margen de esta operación, la reactivación del consumo en España ha animado las inversiones de la gran distribución en equipamiento comercial. Esto ha supuesto, en líneas generales, más oportunidades para las empresas pequeñas de un sector con un alto grado de concentración. Solo Tyco Integrated Fire and Security Corporation, integrada en el grupo norteamericano Tyco, genera el 84,3% del valor de este mercado, y junto a Checkpoint, filial también norteamericana del grupo homónimo, como segundo operador, suman una cuota del 95,6%. Las perspectivas para 2016 y los próximos ejercicios son positivas, pues la protección antihurto es ya un elemento imprescindible en la cadena de distribución. Todas las nuevas aperturas cuentan con sistemas de este tipo y todos los comercios ya dan por hecho que deben instalarlos. Aun así, se calcula que la pérdida desconocida en los comercios españoles aumentará un 16% esta Navidad.
Los retos en la protección antihurto siguen centrándose en la protección de los productos más caros y de tamaño reducido. En la categoría de alimentación, las bebidas alcohólicas, los cárnicos e ibéricos o los aceites de oliva son algunas de las referencias más hurtadas. También, artículos de las secciones de perfumería y cosmética, como las maquinillas de afeitar o las cremas, y los relacionados con la salud, así como los videojuegos o dispositivos electrónicos son otros de los productos valiosos con un elevado riesgo de hurto. En la protección de estos últimos, se observan actualmente dos tendencias: Por un lado existen comercios que prefieren la libre disposición de los productos, apostando por soluciones de protección electrónica. Por otra parte, otros comercios abogan por el “hurto cero”, mediante el uso de vitrinas cerradas o máquinas de vending. Las empresas consultadas coinciden en apostar por las soluciones de protección electrónica de artículos, ya que permiten al cliente tocar el producto y no se frena la venta, teniendo en cuenta, además, que gran parte de las compras se realizan hoy por impulso.
En la actualidad existen en el mercado una gran cantidad de sistemas antihurto que van desde las antenas situadas a la entrada del establecimiento, pasando por las etiquetas instaladas en los productos como, por ejemplo, la ‘2410 EP Micro’ de Checkpoint, que se adapta a los más pequeños y no entorpece la imagen de marca ni la información. Entre las tendencias más comunes hoy en día entre los retailers destaca la colocación de una etiqueta de ‘visible tagging’ con el mensaje ‘security protected’, que actúa como elemento disuasorio. También existen otro tipo de soluciones como ‘keepers’ (cajas transparentes de policarbonato), collarines de botella, ‘spiders’ o ‘mini spiders’ (brazos extensibles para abrazar todo el envase de un producto), ‘mini cable loks’ que pueden asirse de forma flexible a piezas de ropa y complementos, y etiquetas duras como, entre otras, la ‘iS Autopeg Tag’ de Checkpoint, que ha empezado a utilizar Procter & Gamble en 3.000 tiendas en Estados Unidos para proteger sus cuchillas de afeitar Gillette
Junto a estos elementos, los minoristas utilizan equipos que les permiten desactivar las etiquetas antihurto en la caja de cobro; detectores de metales para evitar la entrada en la tienda de herramientas de hurto profesional como las bolsas forradas de aluminio; y contadores de personas que permiten saber en qué momento hay más clientes en el establecimiento para poder organizar, de esta manera, al equipo de tienda. Checkpoint, por ejemplo, trabaja con el sistema de conteo ‘VisiPlus’.
Las principales tendencias e innovaciones tecnológicas en sistemas antihurto se centran en mejorar el rendimiento de las tiendas, fomentar la trazabilidad y la gestión del inventario, para permitir una mayor disponibilidad de los productos en el punto de venta, apoyándose principalmente en la tecnología RFID (identificación por radiofrecuencia) y en programas de etiquetado en origen. El objetivo es siempre el mismo: que la experiencia de compra sea excelente asegurando el ‘omnichannel’, el ‘cross-selling’ y la atención al cliente.