Los frescos y la omnicanalidad impulsan el desarrollo de la RFID
Aunque, a nivel general, la gran distribución mantiene la inversión en la línea de los dos últimos años, se observa un cambio en los objetivos que persigue esta inversión, ahora más enfocados a la protección de los productos frescos, la optimización del inventario para la compra multicanal y la analítica de datos sobre las tiendas. Todo ello está impulsando el desarrollo de programas de etiquetado en origen y el uso de la tecnología RFID (identificación por radiofrecuencia). Por lo que se refiere al etiquetado en origen, programas como el ‘Source Tagging As a Service’ de Tyco, garantizan que los productos se han protegido de forma efectiva antes de su llegada a la tienda con alarmas discretas y no invasivas, y que no entorpecen la visibilidad de la imagen de marca. Las ventajas de la etiquetación en origen, desde el centro de producción, son el ahorro de tiempo y de costes de los empleados, el incremento de las ventas -que puede llegar a ser de entre un 3% y un 11%- y el descenso de la pérdida desconocida, ya que etiquetar de forma visible disuade a las personas que acuden al establecimiento con intención de cometer un hurto. Para llevar a cabo con éxito un programa de etiquetado en origen, Efficient Consumer Response Europe recomienda el compromiso de la alta dirección, la alineación organizativa, las decisiones centralizadas basadas en el incremento de beneficios, así como garantizar el alto rendimiento de los sistemas EAS y la incorporación del etiquetado en origen en los procesos habituales del retail.
Por otra parte, los últimos avances tecnológicos se centran en la colocación de etiquetas con tecnología RFID en los productos para realizar un seguimiento del artículo desde el centro de producción hasta que sale del punto de venta. Esta tecnología trasciende los sistemas de protección para abarcar el problema de la pérdida desconocida junto con herramientas de análisis de datos y estrategias de gestión de inventario y es especialmente eficaz en el caso de los productos frescos, en la medida en que permite apostar por la total trazabilidad en la cadena de suministro al mejorar la precisión del inventario, gestionar las fechas de caducidad y optimizar el emplazamiento de los productos. ‘FreshFinder’, por ejemplo, es la nueva solución RFID de Checkpoint para la gestión de carne fresca, que ofrece datos de los productos en tiempo real. Aparte de su incorporación a los alimentos perecederos, la tecnología RFID también ha permitido mejorar el concepto de ‘self checkout’ clásico con código de barras. Actualmente, además, el uso de esta tecnología pretende ir más allá y seguir creciendo en la transformación digital de las tiendas. En este sentido, la apuesta de la distribución por la omnicanalidad supone un nuevo nicho de mercado para la RFID que crece a pasos agigantados. Tal y como aseguran desde Checkpoint “para que el cliente pueda realizar sus compras por internet y sepa cuándo tendrá disponible su pedido en la tienda, es necesaria una enorme precisión de inventario que se consigue con la RFID. En la medida en que la experiencia multicanal siga creciendo, la tecnología RFID puede proporcionar al comercio tradicional una comunicación con sus almacenes y centros logísticos que es esencial. Esta tecnología permite a los empleados recibir en tiempo real información de entregas, ubicación de los productos y detalles de pedidos pendientes de satisfacer. En definitiva, la RFID puede perfeccionar la gestión de inventario, otorgando a los empleados más tiempo para atender a los clientes de la tienda”.