La cadena alemana Lidl Supermercados se ha convertido con el paso de los años en una pieza estratégica de la industria alimentaria en su sentido más amplio. Su participación en la economía nacional trasciende del sector de distribución y alcanza ya un importante protagonismo en el capítulo exportador de la mano de proveedores alimentarios nacionales. Estas son algunas de las conclusiones que se extraen del estudio presentado el pasado viernes por el profesor del IESE, Jaume Llopis, en colaboración con el director financiero de Lidl Supermercados, Ferran Figueres.
En el ejercicio de 2012, el 56% del surtido fijo de la cadena, más identificada ya con un supermercado descuento que con el hard discount de sus inicios, son suministrados por 386 proveedores nacional, con los cuales el grupo de compras de Lidl realiza transacciones por valor de 2.500 M€. El 48% se destinan a exportación, comercializándose a través de más de las 10.000 tiendas del grupo a nivel mundial, repartidas en 26 países europeos .
Pero lo relevante de las cifras presentadas es que aumentan cada año. En el ejercicio fiscal de 2008, este tejido se componía de 230 proveedores, de tal forma que en ese momento se movía en porcentajes del 38% de su surtido global, teniendo en cuenta además que éste también ha pasado de las 1.180 referencias a las 1.400 actuales. En cinco años, que coinciden además con el actual ciclo económico, Lidl subió sus exportaciones un 11,1%; un 9% si nos ceñimos a periodo 2011-2012.
Principal cliente en frescos
Pero sin abandonar el estudio de los proveedores, otra de las conclusiones especialmente significativas que se extraen del mencionado estudio, es que tanto en productos hortrofrutícolas como en carne fresca, Lidl compra en el mercado nacional o bien la mayoría (para el primero de los casos) o el 100% de los productos (en carne) que forman parte de su surtido fijo. En 2012, Lidl compró a las huertas españolas 960.000 t (860 M€), lo cual representa el 6% de la producción total en valor, según el IESE. En carne, Lidl ofrece unas 60 referencias en su surtido fijo, siempre refiriéndonos a las tiendas extendidas en nuestro país, que compró a 21 proveedores españoles por un importe de 106 M€.
Según Ferran Figueres, director financiero de Lidl, "nos consideramos y ofrecemos como plataforma de exportación para proveedores españoles". En este sentido, Lidl sirve de "consultoría llave en mano", en la medida en que ayuda al proveedor que va a internacionalizarse con asesoramiento en temas como el marco jurídico o la normativa de etiquetado, información para el consumidor y soluciones logísticas. Sin embargo, Figueres destacó que "no hay contratos de exclusividad", aunque sí hay que respetar unos contratos.
El proceso para convertirse en proveedor de Lidl comienza con el lanzamiento de un producto a un nivel regional; una vez aceptado en los lineales por el cliente y pasar los niveles de rotación pertinentes, da el salto nacional, para en una fase posterior pasar a nivel grupo, empezando la mayoría de las veces por países afines al nivel de costumbres españoles (Portugal, Italia, etc.).
Casos concretos
Entre los casos concretos de colaboración, se citaron compañías como el aceitunero Grupo Cazorla o Farggi. El primero de los mencionados mantiene una colaboración con Lidl desde hace 15 años y en la actualidad suministra a 26 países europeos, generando con Lidl un volumen de negocio de 38 M€, de los 121 M€ que factura Cazorla en la actualidad. Por su parte, Farggi ha pasado de producir un par de referencias para Lidl en 2011 a un total de 15 justo un año después, con un impacto de 3 M€. Y en la misma línea ascendente se mueve Quesería Menorquina.
Parte fundamental de este desarrollo español dentro del grupo Lidl, estriba asimismo en la promoción de la "Semana Española en las tiendas mundiales", con un producto identificado bajo la bandera "España".
Las negociaciones se desarrollan siempre desde el departamento de compras en España y, según su director financiero, "la ventaja competitiva respecto a otras cadenas es que concentra su negociación en 1.400 referencias" y además del tamaño de Lidl en España, o que en sus procesos de negociación pueda contribuir sobre manera las dimensiones del grupo.
Inversiones nacionales
En los últimos cinco años, Lidl España ha mantenido su ritmo inversor, habiendo desembolsado desde 2008 una media de 145 M€ anuales. De hecho, para la campaña de 2013 ha presupuestado otros 120 M€, tanto en plataformas logísticas (ampliación de Montcada i Reixac -Barcelona- e inicio de obras de Lorquí -Murcia-), como aperturas o remodelaciones. En el capítulo de inauguraciones, se prevé la puesta en marcha de unos 15 supermercados. Esta partida absorberá unos 40 M€ del mencionado presupuesto. Para Figueres, "aún queda recorrido para crecer en España". A nivel de ventas, en 2013 Lidl rondó los 2.400 M€ de facturación (+2,9%), buena parte de ella procedente de expansión, ya que like for like "el crecimiento fue ligero".
