Pese a las previsiones optimistas que los fabricantes de dulces de Navidad tenían para la pasada campaña, el sector volvió a sufrir un nuevo retroceso en sus datos de comercialización, tal y como se desprende del último informe elaborado por Alimarket . Así, según la consultora IRI, el volumen total de turrones y dulces navideños comercializados en el periodo comprendido entre el 28 de julio de 2013 y el 27 de julio de 2014 retrocedió un 2,6% hasta situarse en las 22.154 t. Hay que tener en cuenta que dichos datos incluyen únicamente la venta en libreservicio, sin contabilizar el canal tradicional, ni la elaboración de lotes.
Pese a este negativo cómputo general, las distintas especialidades navideñas tuvieron un comportamiento desigual. Mientras que el turrón se mantuvo estable -destacando un nuevo avance del turrón de chocolate, que creció un 3,6% y ya acapara más del 45% del total-, los polvorones y mantecados volvieron a lastrar la progresión del sector. De hecho, y pese a que se vaticina cierta recuperación de estos productos para la campaña que ahora comienza, lo cierto es que son varios los fabricantes especializados en la elaboración de estos dulces que están atravesando dificultades. En este sentido, Mazapanes Donaire ya se encuentra en liquidación , mientras que El Soteño ha presentado concurso y Mazalmendra ha optado por abandonar este negocio para centrarse en su otra línea de negocio : la elaboración de bizcochos y bases para tartas y helados.
Frente a este panorama tan poco alentador, de nuevo las exportaciones se convirtieron en el principal origen de alegrías para el sector. Según datos de la asociación Produlce, mientras que las ventas de turrones y mazapanes cayeron un 3,7% durante el pasado año, este mal dato fue compensado por un incremento en las exportación del 7,2%, superando ya las 4.200 t. Como puntos a favor, los dulces navideños pueden ser vendidos fuera de nuestras fronteras como un producto saludable fabricado con ingredientes naturales, como son la almendra y la miel, y muy vinculado a la dieta mediterránea. Por contra, el principal handicap es la competencia con otros snacks elaborados con materia prima mucho más barata (azúcar, cacao, cereales) y comercializados, por tanto, a un precio muy inferior.
