El embotellador Coca-Cola European Partners (CCEP) y los 166 empleados del centro de Fuenlabrada, en Madrid, han firmado un preacuerdo con el que ponen fin a cinco años de conflicto. Como se recordará, Coca-Cola cerró la fábrica madrileña en 2014, dentro de un proceso de reorganización industrial, que posteriormente anunció reconvertiría en Centro Logístico (Coil).
El preacuerdo, que se ratificará en unas dos semanas, supone el cierre definitivo del centro madrileño y el compromiso por parte de los empleados de poner fin a todas las acciones judiciales iniciadas.
Dicho documento, que ya ha sido aceptado por una mayoría de la plantilla, incluye medidas sociales por las que los trabajadores mayores de 52 años serán prejubilados y los menores de esa edad se adhieren a un periodo de permiso retribuido por dos años, con el abono del 80% del salario medio hasta que alcancen la edad de prejubilación.
En este plazo, la compañía se ha comprometido a valorar la construcción de un nuevo centro mixto, entre fabril y logístico, en la zona central (un radio de 70 km alrededor de Madrid), siempre que encaje en la estrategia de CCEP a nivel europeo. Si finalmente se lleva a cabo, se reincoporarán los empleados menores de 52 años.