La exportación española de frutas y hortalizas en 2019 se situará en 13,5 Mt, con un crecimiento de entre el 8% y 10% con relación al año anterior, y en 13.400 M€, un 5% más, según las estimaciones realizadas por Fepex, basadas en datos de la Dirección General de Aduanas recabados hasta octubre.
Así, los envíos de hortalizas de origen nacional alcanzarán los 5,5 Mt, con un incremento estimado del 3,9% sobre 2018 por un valor que superará los 5.500 M€, un 7% más. En este ámbito, Fepex observa una evolución positiva en general, destacando el retroceso del tomate imputable a la fuerte competencia de Marruecos y al alargamiento de las campañas de otros productores comunitarios, como Países Bajos, con invernaderos de alta tecnología. En frutas, se prevé una exportación de 8 Mt, un 12% más que en 2018 y un valor superior a los 7.700 M€, un 3% más. Para la entidad que engloba a productores y exportadores españoles, los datos estimados reflejan una evolución global positiva, pero enmascara situaciones dispares por subsectores y características de las explotaciones.
De igual modo, las ventas de hortalizas hasta octubre totalizaron 4,4 Mt, un 5% más que en el año anterior y el valor creció un 10%, con 4.485 M€. Pimiento, con 622.922 t y un 8,5% más; pepino, con 489.666 t y un 9% más; y coles, con 388.520 t y un 20% más, han sido las que más crecieron. En frutas, los envíos al exterior crecieron un 12,5% en volumen, sumando 6,3 Mt y un 2% en valor, situándose en 6.372 M€. Los mayores volúmenes corresponden a los cítricos, seguidos de la fruta de hueso (melocotón, nectarina, ciruela, albaricoque y cereza) con 1 Mt y un incremento del 9% y la sandía con 904.896 t (+5,5%). Destacan también los frutos rojos, con la fresa a la cabeza y 290.605 t (+5%).
De cara a 2020, Fepex considera que uno de los principales retos del sector será la salida de Reino Unido de la Unión Europea, tercer destino de la exportación española y el futuro acuerdo comercial que se negociará entre la Comisión Europea y el Gobierno británico, así como el acceso al mercado de países no comunitarios, que, como en el caso de Estados Unidos o China, aplican políticas proteccionistas. El sector también se enfrenta a la mejora de la competitividad, creando sinergias con el cumplimiento de los objetivos medioambientales y de acción por el clima de la Política Agraria Comunitaria, mucha más ambiciosa medioambientalmente que la aplicada por los terceros, que acceden a un mercado comunitario globalizado. Por ello, presentará al nuevo Gobierno un plan de medidas para superar las amenazas a la sostenibilidad económica de un amplio grupo de cultivos.
