La carne de pollo afronta una nueva crisis: la pandemia de Covid-19. Tal y como se analiza en profundidad en el último Informe Alimarket sobre este sector, la pandemia abre nuevos interrogantes en un sector que, tras varios recortes de producción, había logrado un cierto equilibrio en los últimos meses de 2019 y principios de 2020, con un consumo en el hogar estancado, pero que mejoraba en Horeca y con una creciente importancia de los elaborados. Ahora, aunque las ventas en el hogar han aumentado (hasta el 25% en lo peor de la pandemia), el cierre del canal horeca durante la primavera y las incertidumbres sobre la evolución de la economía en los próximos meses, crean nuevos interrogantes en el sector. De hecho, ya ha surgido la primera víctima de esta situación: la tarraconense Crusvi, que ha entrado en liquidación a principios del verano.

Como en otras ocasiones, el sector aboga por la innovación, principalmente en la línea de elaborados y precocinados frescos, la verticalización y la optimización de la producción, cobrando fuerza las mejoras logísticas, elemento que se ha desvelado clave durante lo peor de la pandemia.

En este contexto, Vall Companys parece haber cogido el testigo de Sada como primera empresa del sector por volumen de sacrificio y el grupo Aviserrano, proveedor de referencia de la cadena Mercadona, ha incorporado a un importante socio industrial para apoyar su macroproyecto inversor que contempla un presupuesto de 50 M€. La otra gran operación del año ha sido la compra de VMR por parte de la holandesa Plukon, que le servirá para desarrollar nuevas líneas de productos.

La carne de pavo tiene su propio recorrido

Mientras, el segmento de carne de pavo sigue sus propias coordenadas (su volumen pudo crecer un 5% en 2019, según los datos que maneja Alimarket), aunque también se apoya en los elaborados para crecer. Procavi, filial del grupo Fuertes, sigue liderando este mercado creciente y ha creado una nueva marca para diferenciar sus productos del resto del lineal.