La Agencia Estatal de Investigación (AEI) acerca la tecnología al campo y lo hace con iniciativas como la convocatoria ‘Pruebas de Concepto 2021’. Fruto de este programa presenta ahora PoCROBOCORP, proyecto del Grupo de Robótica de Exteriores y de Servicios del Centro de Automática y Robótica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Universidad Politécnica de Madrid (CSIC-UPM). ¿En qué consiste PoCROBOCROP? Se trata de un robot autónomo con dos brazos mecánicos capaz de recoger fruta y verdura de forma selectiva en los cultivos sin dañar los alimentos.
Roemi Emilia Fernández Saavedra, científica titular en el Grupo de Robótica de Exteriores y de Servicios del Centro de Automática y Robótica CSIC-UPM e investigadora principal de PoCROBOCROP, explica que la mayoría de las actividades de recogida selectiva requiere del uso de los dos brazos, “por lo que era fundamental que nuestro robot fuese capaz de reproducir de forma natural los movimientos propios de la manipulación humana”. Y para lograrlo ha utilizado algoritmos con técnicas de inteligencia artificial para percibir el entorno y tomas las decisiones oportunas en la recolección. “Los algoritmos de planificación decidirán qué frutas recolectar, las trayectorias que seguirán los brazos y la orientación del agarre, en función del estado del sistema y de la información proporcionada por los algoritmos de percepción, mientras que los algoritmos de control se encargarán de la correcta ejecución de los movimientos”, añade.
Para Fernández Saavedra, los resultados de este proyecto contribuirán a mejorar la eficiencia, la sostenibilidad y la competitividad agrícola española. Y para su desarrollo ha contado con una financiación de 138.000 € por parte de la AEI, la cual puso en marcha la primera convocatoria nacional de ‘Pruebas de Concepto 2021’. En total, este organismo ha destinado 40 M€, procedentes de los fondos europeos NextGeneration, para que 322 proyectos de investigación se sometiesen a una “prueba de concepto” con el fin de testar la validez técnica y comercial de sus resultados antes de lanzarlos al mercado. Según explican, “una prueba de concepto es un estado de maduración de una tecnología o conocimiento donde, por primera vez, se estudia su viabilidad en el mercado, más allá de un resultado científico, por lo que su ejecución sirve para acelerar la transferencia de conocimiento y resultados generados en proyectos de investigación a un nivel competitivo”.
Fernández Saavedra subraya que la ayuda de la AEI le ha permitido mejorar el grado de madurez tecnológica. “Hasta entonces sólo habíamos validado el prototipo en condiciones de laboratorio, y con la Prueba de Concepto estamos llevando a cabo mejoras de software y hardware necesarias para validar el sistema robótico en un invernadero hidropónico”. Además, asegura que han podido realizar un estudio para solicitar una patente y analizar la viabilidad de la tecnología propuesta y llevar a cabo un modelo de negocio.
